El Juzgado de Menores de Burgos recupera poco a poco la normalidad después de ver cómo los delitos han caído a la mitad durante los primeros 9 meses del año. El estado de alarma confirmó una teoría que mantiene desde hace años la titular de este órgano, Blanca Subiñas, quien cree que los chavales son «animales sociales» que delinquen poco y, principalmente, en su tiempo libre y cuando están en la calle. Sin embargo, el encierro durante más de tres meses ha agravado conflictos intrafamiliares que han derivado en episodios violentos, especialmente en la desescalada. Llama la atención que algunos de los implicados hayan sido adolescentes que nunca antes habían mostrado este tipo de comportamientos, sino más bien todo lo contrario. 

La violencia doméstica lleva tiempo copando entre una cuarta parte y un tercio de los asuntos que llegan cada año al Juzgado de Menores. En el último ejercicio incluso han aumentado un 40% este tipo de delitos, según los datos de la Memoria Fiscal. Esta tendencia, no obstante, no preocupa a la magistrada de Burgos, quien asegura que las estadísticas de conflictos familiares han sido siempre más o menos similares. No obstante, reconoce que «las relaciones entre padres e hijos de hoy en día no tienen nada que ver con las de hace dos o tres décadas». Por un lado, los adolescentes tienen «dificultades para aceptar las normas».

Asimismo, señala que muchos han llegado a perder el respeto porque ven a sus progenitores «como a un igual».

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