Vía libre para seguir en Moncloa

Agencias
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El Ejecutivo interpreta que el aval del Congreso a los Presupuestos y la próxima aprobación de la reforma laboral y del sistema de pensiones garantizan culminar una legislatura «histórica»

Vía libre para seguir en Moncloa - Foto: Alejandro MartÁ­nez Vélez

Cada vez parece más factible que Pedro Sánchez seguirá en La Moncloa hasta culminar su mandato, aunque lo haga a costa de ceder ante independentistas y abertzales. Y es que, el aval a los Presupuestos Generales del Estado para 2022 obtenido en el Congreso es mucho más que un paso clave de cara a lograr la luz verde a las Cuentas. Es la evidencia de que cuenta con los apoyos necesarios para continuar en el poder, algo que se verá reforzado con la próxima aprobación de la reforma laboral y del sistema de pensiones, encauzando así el camino para agotar una legislatura que podrá calificarse de «histórica».

Si la formación del primer Ejecutivo de coalición en la actual etapa democrática española abría la serie de hitos peculiares de esta legislatura, desde entonces se han ido adoptando decisiones de calado en medio de la pandemia de coronavirus que contribuyen a apuntalar ese calificativo.

Es lo que aseguran fuentes del Gabinete que interpretan la aprobación del texto presupuestario para el próximo año como la llave para que Sánchez lleve su mandato hasta el final.

Afirman que no había duda de que es lo que ocurriría, pero precisan que la tramitación y votación de las partidas ha certificado esa intención a la vez que ha reforzado la alianza del líder del PSOE con sus socios parlamentarios.

Quienes apoyaron la moción de censura que le llevó a La Moncloa, después respaldaron su investidura y avalaron el año pasado los primeros Presupuestos socialistas con la firma de María Jesús Montero, han vuelto a otorgar su confianza a las nuevas Cuentas del Estado.

En medio de los comentarios sobre si el PNV sigue siendo el socio prioritario del Gobierno o ese papel ha pasado a ERC, ambas formaciones han conseguido contraprestaciones que han facilitado su sí.

Queda la tramitación del proyecto de ley en el Senado. No prevé el Ejecutivo que haya en esa cámara enmienda alguna y que se aprueben definitivamente pese a que el partido del lendakari, Íñigo Urkullu, no descartaba plantear alguna modificación. Lo avanzaba su portavoz en el Congreso, Aitor Esteban, al afirmar que quedaban cuestiones pendientes de negociación como detalles de la llegada del tren de alta velocidad al País Vasco y otros asuntos.

Pero el día después de que el Congreso avalara los Presupuestos, el Gobierno anunciaba que el próximo Consejo de Ministros aprobará un anteproyecto de ley para modificar el concierto económico de Euskadi e incorporar la gestión de tres nuevos impuestos: el IVA del comercio electrónico, el de Transacciones Financieras (Tasa Tobin) y el de Servicios Digitales (Tasa Google). Aunque se ha querido desvincular esta decisión de las negociaciones presupuestarias, su cercanía en el tiempo invita a relacionarla con el sentido del voto.

Es cierto que ya existía el convencimiento de que las Cuentas saldrían adelante porque las fuerzas progresistas lograrían entenderse y no darían argumentos a la oposición. Todas ellas están interesadas en la estabilidad de este Gobierno «viendo como ven cada día lo que hay enfrente, una derecha instalada en la negación, la crispación y el insulto», critica el PSOE.

Prueba de ello es, como señalan fuentes socialistas, la reacción que han tenido con el apoyo de ERC y, en particular de EH Bildu, a los Presupuestos. En Moncloa recalcan que los respaldos «no caen del cielo», sino que hay que trabajarlos, y en ese sentido reivindican el mérito de haber logrado el consenso de 11 partidos a las partidas.

Sánchez destacó esa capacidad de aglutinar al día siguiente de la aprobación de los Presupuestos.

«Sumar es la clave; buscar puntos de encuentro es decisivo; trabajar por alcanzar mayorías que representen las distintas sensibilidades de un país no para ser más, sino para hacer mejores políticas y mejorar la vida de las personas, es decisivo», resaltó.

Huir de la euforia

Tras esas decisiones aseguran que vendrán otras que seguirán evidenciando la plasmación de la agenda social prevista al inicio de la legislatura y que se vio afectada por el coronavirus.

Pero a la vez la pandemia llevó a aprobar con carácter de urgencia otras medidas en favor de los más vulnerables que el Gobierno afirma que justifican una legislatura.

Iniciativas sobrevenidas frente a las consecuencias de la COVID-19 o comprometidas desde el inicio del mandato como el ingreso mínimo vital, los ERTE, la subida del salario mínimo o la ley de vivienda, consideran que contribuyen a dar una seña de identidad propia al presente mandato.

Pese al aval a los Presupuestos, el Ejecutivo rechaza caer en la euforia, recalca que aún quedan muchas cosas por hacer para lograr la recuperación justa que desea y admite que conforme se vaya acercando el tiempo electoral, puede haber algún distanciamiento de sus socios. Que eso pueda impedir la aprobación en 2022 de unas nuevas Cuentas, no preocupa ahora al Gobierno. «Cada cosa -señalan- a su tiempo».