Utilizar las aguas fecales como un termómetro de vigilancia para detectar la presencia de patógenos, no solo de coronavirus, y anticiparse en la adopción de medidas. Es el objetivo que se han marcado la Universidad de Burgos y la Sociedad de Aguas y que materializarán próximamente en un convenio.

El director del área de Microbiología de la institución académica y vicepresidente del Comité Científico de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición, David Rodríguez-Lázaro, subrayó la importancia de usar las aguas residuales como un «parámetro» para saber más de la salud de la población. «Ahora lo más socorrido es analizar el coronavirus pero nosotros queremos ir más allá y buscar otros patógenos que tienen un impacto importante en la salud como las bacterias multirresistentes a los antibióticos. El propósito final a largo plazo es hacer un algoritmo y ver el porcentaje de la prevalencia en la población», indicó. 

Además, algunos de los datos de determinados patógenos se podrían cruzar con los asistenciales de los hospitales o los centros de salud para ver si existe una correlación entre el número de casos de bacterias multirresistentes o de covid con la cantidad obtenida en las aguas residuales. «Los datos obtenidos nos darán una idea del estado de salud de la población burgalesa», reiteró. 

Muestras. La Sociedad Aguas de Burgos será la encargada de suministrar las muestras de agua fecales procedentes de la red de la ciudad para que los científicos de la UBU puedan realizar los análisis y, tras su estudio, ofrecer conclusiones. Por ejemplo, en el caso del coronavirus se podría también realizar una evaluación cuantitativa para saber las variantes (brasileña, británica...) que hay en la ciudad. 

Las dos instituciones deberán firmar un convenio, que abrirá un camino hacia la colaboración en otros ámbitos. «Estos análisis aportarán una información muy novedosa. Primero veremos qué nos encontramos y luego desarrollaremos el modelo predictivo en colaboración con el departamento de Matemáticas para ver qué porcentaje de la población está infectada o se puede infectar».

El concejal de Aguas, Miguel Balbás, se muestra muy satisfecho con la colaboración , que llevará aparejada una dotación económica. «Nos beneficia a ambas partes, dado que nosotros les prestamos las aguas y ellos llevan a cabo investigaciones, especialmente de las bacterias multirresistentes. Nosotros, además, nos beneficiamos al tener más datos sobre el estado de la aguas», añadió.

Desde el pasado otoño Aguas de Burgos ha encargado análisis de las aguas fecales a empresas privadas para detectar la presencia de coronavirus y trasladarlas a las autoridades sanitarias para que sirvan de instrumento para la anticipación de posibles oleadas.

Los estudios de las muestras se llevan a cabo en cuatro sectores: Fuentecillas, Las Huelgas, zona sur y centro-Gamonal (este último subdividido en seis sectores). El coste para los próximos doce meses será de 209.000 euros.