El coronavirus frustra la reapertura del bar de la estación

H.J.
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ADIF llevaba unas semanas en conversaciones con una empresa de restauración y ahora queda todo aplazado ante el cierre masivo de locales

El coronavirus frustra la reapertura del bar de la estación

La cafetería de la estación de trenes de Burgos seguirá cerrada unas cuantas semanas. Este servicio que resultaba de gran utilidad para muchos viajeros clausuró sus puertas a finales de diciembre, al finalizar el contrato con el anterior concesionario y quedar desierto el nuevo contrato que sacó ADIF. Estaba cerca de ofrecer buenas noticias, pero los efectos secundarios del COVID-19 también llegan hasta ella.

El Administrador de Infraestructuras Ferroviarias anunció hace varias semanas que su intención era reabrir la cafetería y que si era necesario convocaría un nuevo concurso para ello, pero primero se abría a ofertas directas de posibles interesados. A raíz de aquello, tal y como confirman fuentes del organismo estatal dependiente del Ministerio de Fomento, estaban en negociaciones con una empresa para que explotase el espacio hostelero.

Se desconoce hasta qué punto esas conversaciones estaban avanzadas, pero ahora "como es lógico, y dadas las circunstancias actuales, todas estas negociaciones ahora están suspendidas hasta que se acabe el estado de alarma", apuntan en el ADIF.

En efecto, si por decisión ministerial han tenido que cerrar todos los bares, restaurantes y locales de ocio y únicamente permanecen abiertas las tiendas de alimentación, parece comprensible que la cafetería de la terminal Rosa de Lima pase a un segundo plano, aunque en ella también se proporcionaba alimentos, bebidas y prensa a los pasajeros y probablemente podría seguir abierta en las circunstancias actuales aunque con un volumen de viajeros mínimo.

Las condiciones. El local de la estación estaba regentado por la empresa Medas, que se hizo cargo del servicio a lo largo de los dos últimos años, pero no optó a la renovación y nadie más lo hizo en las condiciones que planteaba el concurso. Sus bases establecían un periodo de explotación de ocho años a cambio de un arrendamiento total de 66.092 euros para todo el periodo, pero además se exigía invertir otros 115.000 euros más a quien quisiera quedarse con ello.

El objetivo de este desembolso adicional es renovar el mobiliario y la imagen del local, siguiendo la línea de sus nuevas tiendas ‘Máscosas’ que pretende unificar en toda España con un modelo que recuerda a las tiendas duty free de los aeropuertos que gestiona AENA.

A la espera de comprobar cómo quedan las nuevas condiciones en el caso de que ADIF lleve a buen puerto las negociaciones con la empresa que estaba a punto de quedarse con ella, la cafetería preveía la apertura de una terraza hacia el interior del vestíbulo y otra hacia el exterior para sumar en total unos 400 metros cuadrados.