"Cualquier cosa que digas hoy te la pueden tomar a mal"

Á.M.
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Entrevista con Miguel Costas (Siniestro Total, Aerolíneas Federales, Los Feliz...), que actúa mañana en el MEH (21,00, entrada libre hasta completar aforo)

Miguel Costas

La obra de Costas está en la banda sonora de la vida de al menos tres generaciones de españoles (y latinoamericanos, porque al otro lado del Atlántico es una celebridad) y el particular registro de su voz sigue siendo sinónimo de días en los que transgredir no era delito. Primero dejó Aerolíneas Federales para centrarse en Siniestro Total y después se bajó del proyecto de su banda de referencia cuando los intereses musicales dejaron de ser convergentes. Armó Los Feliz y firmó tres discos antes de un retiro que derivó en su regreso con nombre propio (Costas is back). Este viernes actúa con su banda en el Museo de la Evolución Humana (21,00, entrada libre  hasta completar aforo) y trae un repertorio armado con lo mejor de toda su carrera que promete ser «potente y divertido».

Pasó un tiempo antes de recuperar su carrera con nombre propio. ¿Eso le desconectó del público masivo?

Cuando me fui de Siniestro cometí el error de hacer un grupo y llamarme Los Feliz. Ahí la gente me perdió bastante la pista, pero hicimos tres discos en seis años. Luego el grupo se acabó y estuve otros seis años sin grabar. Eso para el público es mucho tiempo. Ahora estamos intentando recuperar toda la historia, el recorrido, y estamos en un buen momento para hacer cosas.

Podría haber vivido del pasado, pero entre Los Feliz y Costas acumula siete discos...
Sí, en toda mi carrera tengo 28 discos, he hecho cien mil colaboraciones... Quizás yo sea más admirado por los músicos, por los grupos, que por el público. Hoy en día todo es marketing y ahí seguimos, luchando y colaborando con los grupos jóvenes y nuevos, que lo tienen muy difícil. Me gusta seguir grabando y hacer canciones nuevas, pero llegar ahora al público es muy difícil porque no tengo un apoyo detrás. En ese sentido me ocurre como a los grupos noveles. Estamos en un mundo de consumo de música rápida por Spotify y en la televisión se ve siempre lo mismo: una persona, hombre o mujer, y cinco chicas o chico semidesnudos cantando tonterías. Dentro del público veo gente joven, así que nuestro público se va renovando y eso es un aliciente para seguir.

¿Cómo interpreta eso de que en sus conciertos haya gente de 60, de 40, de 20...?

Lo importante es pasárselo bien. Cuando escuchas música la diferencia de edad no importa.

A lo que no ha renunciado es al espíritu inconformista e irreverente...
Sí, pero ahora la ironía no se entiende y todo es más complicado. Cualquier cosa que digas te la pueden tomar a mal. Yo voy a escribir siempre las letras que me parecen. Si me las publican bien y si a alguien le parecen mal pues también me parece estupendo. Como vivimos en el mundo de lo correcto... En realidad echo de menos la libertad que tuvimos. Hemos avanzado en derechos pero nos hemos atrasado en libertad intelectual. Hay 50.000 cómicos, 50.000 músicos que tocan igual y 50.000 personas salidas de Operación Triunfo, La Voz o como se llame... Yo no distingo a Pablo López de Pablo Alborán.

Si se le ocurre publicar ahora 'Qué tal, homosexual' o 'Cuánta puta y yo qué viejo', le crujen.

Bueno, con Qué tal, homosexual he tenido problemas. Me abroncaron al bajar del escenario. Dices la palabra homosexual y ya hay gente que se ofende, pues cojonudo. Eso implica la fuerza que tienen los medios para aniquilar la mentalidad creativa de la gente.
Y no renuncia: en uno de sus últimos discos le pega un buen viaje a los funcionarios...

Coraje lo que quieras, pero eso no da dinero y uno tiene que vivir. No voy a hacer lo que no me gusta, y he tenido oportunidades. La música es lo que he mamado de pequeño y no voy a tocar en mi repertorio ninguna canción que no me guste o que no disfrute tocando. Sería ridículo.

¿Qué escucha? ¿Sigue a bandas nuevas?

A mí me mandan muchos discos grupos nuevos y los escucho con atención. Creo que hay cosas muy interesantes, pero es muy difícil para los nuevos. Las salas cobran, si vas a youtube todo va por pago... Es difícil que la gente vea tu vídeo porque no está promocionado, y al final estamos en un momento penoso para la música a todos los niveles. No quiero desanimar a nadie, pero soy muy pesimista en cuanto al nivel musical de la peña en general.

El circuito de salas está desapareciendo. ¿Lo están matando los festivales?

No, yo creo que se lo han cargado las salas. Cuando empecé a tocar las salas te pagaban para ir. Vendían mogollón de cerveza y dejaban entrar gratis a la gente. Ahora cobran al que toca, ponen una entrada y yo creo que eso está muy mal. No es beneficioso ni para las salas, ni para el grupo ni para nadie.