BBVA alerta de una caída del PIB del 10,6% este año

SPC
-

El informe destaca un crecimiento de la economía del 6% el año que viene, aunque avisa que la Comunidad todavía seguirá un 3,5% por detrás de 2019

BBVA alerta de una caída del PIB del 10,6% este año - Foto: Miguel Ángel Valdivielso

El impacto del coronavirus en la economía y el empleo de Castilla y León sigue acumulando cifras negativas que reflejan la drámatica situación que ha generado la pandemia. Según las estimaciones de BBVAResearch, la economía de Castilla y León caerá un 10,6 por ciento este año, se recuperará un sies por ciento en 2021, aunque se mantendría un 3,5 por ciento por debajo con respecto a 2019, y se perderán en la Comunidad 27.500 puestos de trabajo en este bienio, según BBVA. Así se desprende del informe ‘Situación Castilla y León’ que presentaron ayer la directora de la Territorial Noroeste de BBVA, Yolanda Martínez-Bajo, y el economista jefe para España y Portugal de BBVA Research, Miguel Cardoso, quienes incidieron en que las previsiones dependerán del impacto de la pandemia, según Europa Press.

Así, ante la situación actual, Miguel Cardoso señaló que se espera que la caída del PIB llegue al 10,6% este año, con una recuperación «asimétrica» de parte de la actividad perdida que supondrá alrededor de un 6% de la economía. Sin embargo, advirtió de que no se espera volver al nivel de actividad de finales de 2019 en dos años, sino que la recuperación llegaría «cuando menos» en 2022 o 2023, cuando podría llegarse a niveles de 2019.

Las razones que apuntan a estas previsiones son el impacto que están teniendo las medidas para contener la pandemia, la mayor exposición a la misma de algunos de los sectores de la economía española, que en el caso de Castilla y León son algunos tan importantes como el de la automoción, así como el contexto de ajuste a la baja de las estimaciones de crecimiento de los principales socios comerciales.

Todo ello, detalló Cardoso, hace que sea «especialmente difícil» en estos momentos hacer previsiones, pero de cumplirse los supuestos sobre los que se trabaja se perderían en dos años 27.500 puestos de trabajo, aunque los impactos de la crisis son «muy heterogéneos» tanto por sectores como por comunidades y características personales. En cualquier caso, la contracción del PIB per cápita sería menor que la del conjunto del país.

Cardoso incidió en que parte de la caída de la economía se ha visto mitigada por las medidas y políticas económicas, europeas, estatales y de la Junta de Castilla y León, que considera que han sido «claves» y que han permitido no hablar de un ajuste de la actividad mayor.

Por sectores, se produce una heterogeneidad «bastante importante», donde los más afectados son los que más sufren las medidas de distanciamiento social como el ocio, la hostelería aquellos con menor teletrabajo, a diferencia de la crisis de 2008, cuando la más afectada fue la construcción. Por el contrario, los menos afectados como aquellos que tienen que ver con la salud, ya que se ha tenido que gastar más en algunos artículos necesarios para protegerse o no se ha ajustado tanto gasto en servicios como logística o el transporte.

Recuperación

El economista jefe para España y Portugal de BBVA Research, Miguel Cardoso, explicó durante la rueda de prensa online que en cuanto a la recuperación, se observa que el PIB de Castilla y León habría caído en torno al 3,9% en el primer trimestre, pero la contracción en el segundo podría haber alcanzado el 15% y, ya en el segundo semestre la recuperación podría ser algo más débil que en España, dado que la mejora que apunta el comercio no se ve respaldada al mismo ritmo por la industria ni el turismo. Asimismo, es diferente por provincias, señaló Cardoso, quien explicó que parece haber un «efecto frontera» de las comunidades más pegadas a Madrid como Ávila o Segovia y que haya algún efecto negativo de las restricciones en Salamanca y Valladolid.

Entre sectores la recuperación también está siendo diferente, ya que en el caso de sectores en los que el consumo se produce en un contexto social como restaurantes, alojamientos u ocio, se da recuperación pero continúan tasas de crecimiento «marginalmente positivas» o que siguen siendo negativas. Por otro lado, se ha producido un avance «significativo» de la alimentación y compras minoristas alimentos para consumir en casa.

Además, debido a los cambios en los hábitos de consumo de las personas, que se circunscriben más al ámbito doméstico, se ha producido una recuperación «bastante sostenida» del gasto del hogar, que se mantiene con tasas relativamente elevadas, de mobiliario del hogar, en el que se está invirtiendo mucho, o temas relacionados con la salud y la tecnología. Sin embargo, insistió en la heterogeneidad «brutal» que se aprecia, ya que hay sectores con crecimientos del 40- 60% y otros que descienden en un porcentaje igual.