Las obras para la remodelación integral de la piscina cubierta de Aranda de Duero, cerrada al público desde julio del año pasado, han despertado únicamente el interés de empresas de la zona. En total, se han presentado cuatro propuestas, tres por parte de constructoras arandinas y una más de una firma soriana, que optarán a un contrato que el Ayuntamiento de la capital ribereña sacó a licitación en el mes de agosto por 3.389.980 euros (2.801.637 euros sin IVA).
La oferta de Peache, valorada en 2.260.100 euros (sin incluir el IVA), resultó la más ventajosa de todas las registradas en la sede del Consistorio arandino. En segundo lugar figuró la propuesta de la soriana Hermanos Rubio Grupo Constructor Herce, cuyo importe asciende a 2.354.802 euros. Mientras, en tercer lugar quedó el planteamiento de CHR, por 2.513.843 euros. Finalmente, se situó la proposición de la unión temporal de empresas formada por Blasgon y Contratas y Obras San Gregorio, por 2.703.019 euros.
Eso sólo en cuanto a las ofertas económicas. No obstante, en el pliego elaborado por el Ayuntamiento también se recogen otros criterios que sirven para puntuar al alza. Entre ellos, la ampliación del periodo de garantía de las obras (que la mayoría de empresas elevaron hasta los 30 meses para alcanzar la puntuación máxima), el compromiso de contratar a personas en situación de desempleo o una serie de mejoras como la instalación de corcheras, hamacas y parasoles. Factores que muchas han tenido en cuenta a la hora de presentar sus ofertas para acometer uno de los proyectos de mayor envergadura que el Consistorio afronta en este momento, junto con la remodelación de la avenida Castilla o la finalización de la nueva comisaría para la Policía Local. A diferencia de lo que ha sucedido con la piscina, en el caso de la comisaría sí hubo un gran interés con 15 ofertas de diversos puntos de España, algo que algunas fuentes atribuyen a la falta de personal en el ámbito de la construcción, la acumulación de proyectos e, incluso, la inflación.
Junto a los citados criterios figuraba uno más en el pliego: el relativo al impacto medioambiental y la huella de carbono. En este punto surgieron ciertas divergencias, ya que unas empresas respondieron indicando la distancia que existe desde sus instalaciones hasta la obra y otras, en cambio, consideraron que no había distancias al entender que las instalaciones serán las de la propia obra. La mayoría, eso sí, apuntó el compromiso de emplear vehículos eléctricos en los trayectos o el hecho de que sus trabajadores se desplazarán andando hasta la piscina cubierta. Ahora, desde el Ayuntamiento se requerirá a las compañías que han presentado ofertas para que aclaren este punto, antes de proceder a su puntuación y hacer la suma final de los distintos criterios que permitirá conocer quién será el adjudicatario del proyecto.
Trabajos dentro y fuera. En lo que respecta a las actuaciones que se llevarán a cabo, y para las cuales se ha fijado un plazo de 10 meses, destaca la envolvente del edificio, ya que se colocará una nueva sobre la ya existente, con lo que, de acuerdo con la memoria técnica, "se resuelven doblemente las exigencias de aislamiento térmico así cómo dotar al edificio de un acabado renovado".
El cambio en la parte exterior del recinto que alberga la piscina cubierta municipal no quedará ahí, ya que incluye la renovación de la cubierta con el objetivo de dotarla de mayor impermeabilidad al agua de lluvia y se cambiarán los canalones e instalaciones de evacuación pluviales que actualmente "funcionan deficientemente y generan humedades". En el interior, una de las actuaciones más demandadas es la reubicación de los vestuarios, que pasarán del sótano a la planta baja y se comunicarán directamente con la piscina.