El temporal que afecta estos días a nuestro territorio y ayer colapsó durante horas la N-120 a la altura de La Pedraja ha complicado esta mañana el tráfico en algunas de las principales vías de nuestra provincia, como la CL-629, en La Mazorra; la N-627 entre Ubierna y Fuencaliente de Lucio, la N-I en La Brújula, la A-62 hacia Palencia, la A-231 entre Melgar y Tardajos, la A-1 de Villafría a Fontioso o la N-120 de Ibeas a Villafranca Montes de Oca, además de la BU-30 en las inmediaciones de Burgos capital.
Por la CL-629, en el puerto de La Mazorra, se ha vuelto a permitir el tráfico de camiones a media mañana después de que a primera hora del día estuviera restringida su circulación, así como la de autobuses, siendo obligatorio el uso de cadenas para el resto de vehículos entre los kilómetros 25 y 52, de Pesadas de Burgos a Valdenoceda, según informaba la Dirección General de Tráfico.
La meteorología adversa también ha condicionado a primera hora de esta mañana la circulación en la autovía A-231 entre Sasamón y Villanueva de Argaño, donde la visibilidad era reducida y estuvo restringido el tráfico de camiones y articulados desde antes de las nueve de la mañana, lo que llevó a su embolsamiento en Olmillos de Sasamón y Palencia. Posteriormente ocurrió lo mismo entre Tardajos y Melgar de Fernamental, aunque la vía ya prácticamente había recuperado la normalidad a media mañana. La DGT igualmente ha instado a circular con precaución por la A-62 entre Burgos capital y Dueñas (Palencia).
Precisamente en la ciudad, los primeros copos han empezado a caer pasadas las ocho de la mañana y una fina capa blanca ya cubierto los tejados de las casas y las zonas verdes de Burgos capital. Las precipitaciones de nieve, de hecho, han obligado a cortar el acceso al Castillo, donde se ha estado esparciendo sal.
La Delegada del Gobierno en Castilla y León ha activado este miércoles la fase de alerta en la meseta de Burgos desde las 9.00 horas de esta mañana hasta las 14.00 horas, cuando se ha desactivado. Seguían, sin embargo, activas las alarmas por riesgo de nieve en la Ibérica de Burgos (nivel amarillo), que indica acumulación de nieve de hasta 8 centímetros en cotas por encima de los 1.200 metros, y en la Cordillera Cantábrica burgalesa, con espesores de 15 centímetros también a 1.200 metros de altitud.
Ayer, la nieve causó problemas desde primera hora de la tarde entre los kilómetros 70 y 90 de la carretera Logroño en ambos sentidos y por la mañana la meteorología adversa obligó a embolsar camiones durante algo más de media hora en la A-1 a la altura de Lerma, más que por la nieve, por la intensa lluvia.
En el resto de la provincia, la lluvia también ganó a la nieve pese a que las alarmas por riesgo de nevadas estaban activas en nuestro territorio. Finalmente un manto blanco cubrió zonas de la Sierra de la Demanda y la comarca de Oca.