Hosteleros de Briviesca piden tiempo para tirar la basura

S.F.L.
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Los contenedores funcionan solo de 19 a 21 horas, por lo que quienes sirven cenas y dan copas no llegan a tiempo

Un empleado de la limpieza viaria recoge las bolsas de basura tiradas junto a los contenedores soterrados. - Foto: S.F.L.

Después de convivir durante dos semanas los dos sistemas, los contenedores soterrados de la Plaza Mayor y Santa María son historia y han dado paso a las novedosas islas ecológicas. Estos depósitos permanecen a disposición de los vecinos también en la plaza Santa Casilda durante dos horas diarias, de 19 a 21, un tiempo «escaso» para los hosteleros de la zona, que esperan que se amplíe.

Arturo, propietario del bar Octopus, no comprende la elección del horario y asegura que a él personalmente no le da tiempo a tirar los restos porque en ese periodo de tiempo es cuando «más clientela» tiene. Además, su jornada de fin de semana finaliza en torno a las 2:30 horas, tras servir cenas y copas. «Sanidad me impone sacar los residuos una vez cierre el local y con este sistema me veo obligado a trasladarme con mucho peso hasta los contenedores fijos de la calle Pedro Ruiz, que no disponen de un depósito para el vidrio», expone. Otros compañeros del sector se sienten «discriminados» respecto a los bares y restaurantes situados en otras áreas de la ciudad.

Algunos comerciantes del entorno, como Alfredo, de carnicería Fustel, manifiesta que el nuevo sistema de recogida de basuras le parece una «buena idea» para mantener el casco histórico despejado de residuos pero considera necesario que «el horario se supervise». En su caso, el establecimiento cierra antes de las 21, pero la persona encargada de la limpieza termina su turno sobre las 21.30 o 22. «No tiene tiempo para limpiar la tienda y depositar los excrementos en la isleta, así que no tiene otro remedio que cargar con las bolsas hasta los depósitos más cercanos», expone. Neme, dueño de una tienda de golosinas, comenta que pierde bastante tiempo en tirar los cartones, y que lo tiene que hacer cuando todavía su tienda está operativa. «Las aberturas de los depósitos son demasiado estrechas y tengo que introducir las cajas de una en una. Además, creo que la capacidad es insuficiente para todos los que utilizamos los contenedores», se lamenta.

No obstante, los vecinos de las viviendas colindantes a los soterrados muestran su agrado al ver que la basura, a excepción de algunas bolsas depositadas en el suelo a pesar de los avisos, no permanece tirada en la calle creando un impacto negativo para la ciudad. El regidor de Briviesca, Álvaro Morales, confía en que los habitantes se acaben acostumbrando al horario. Al tratarse de la localidad pionera en implantar el servicio en la Bureba,  el alcalde afirma que varios Ayuntamientos «han contactado» con él «interesándose por el funcionamiento de las islas ecológicas». Respecto al horario, menciona que en verano irá de 20 a 22 horas.

Permiso obligatorio para ocupar la vía pública.

Algunos hosteleros de la capital burebana arremeten contra el Consistorio por haber obligado a retirar de los exteriores de los locales los cortavientos que habían instalado para proteger del frío a los clientes. Además de presentar quejas en las oficinas municipales en varios de esos paneles aparecieron pintadas dirigidas al equipo de gobierno.

El alcalde del municipio, Álvaro Morales, recuerda que para colocar cualquier elemento auxiliar en la vía pública «hay que pedir obligatoriamente un permiso al Ayuntamiento, un hecho que aquellos que se quejan no han solicitado». Según el regidor, la Policía Local «avisó a los propietarios» de que existe una ordenanza municipal que regula la ocupación de las calles, pero, a sabiendas, «siguieron sin pedir autorización», recalca. Los técnicos son los encargados de comprobar si las instalaciones cumplen con la normativa que rige el reglamento.

 

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