Si los equipos directivos y los profesores de los centros educativos ya viven el día a día con mucha tensión, la situación se complica cuando se detecta un positivo y hay que cerrar el aula, enviar a los alumnos a casa (en el caso de los grupos estables de convivencia) y realizar las pruebas PCR para saber si hay más contagios. Y es en este último caso donde se está produciendo un verdadero ‘tapón’.
La Junta contrató con Quirón Prevención su realización con el compromiso de que se hicieran en 36 horas. Sin embargo, el aumento de casos ha desbordado todas las previsiones. La directora del colegio Jueces de Castilla, Laura Ramos, asegura que el martes pasado se mandó a una clase de Infantil a casa tras detectarse un positivo y hasta este lunes no llamaron a los alumnos para hacerles la prueba que dice si una persona está infectada o no con coronavirus. «Nos han dicho que solo tienen una enfermera para toda la provincia. Es una incertidumbre para los menores, sus familias y el profesorado. Cuanto antes sepamos que hay positivos, mejor», aseguró.
Su versión la confirma también la directora del colegio Juan de Vallejo, que también tiene dos aulas cerradas, y lamenta la tardanza. Se queja de que es el centro el que tiene que llamar a las familias para que decirles la hora de las citas. «El centro manda los datos de contactos estrechos mediante un correo electrónico a la Dirección Provincial de Educación y a la Gerencia. Ellos se lo envían a Quirón, que da citas. Se las remite a Educación y Educación a nosotros. Finalmente, nosotros llamamos a las familias. Si solo tienen una enfermera y se va a un pueblo a hacer PCR no hay nadie en Burgos y al tener poco personal nos toca llamar a las familias», señaló.
Valoración de los docentes. Desde los sindicatos también llaman la atención sobre la tardanza en realizar valoraciones a docentes que son personas de riesgo. Por ejemplo, por tener enfermedades cardiovasculares o por estar embarazadas. «En algunos casos son docentes de Pedagogía Terapéutica o de Audición y Lenguaje y sus alumnos no tienen obligación de usar mascarilla», indican en ANPE.
Desde Stecyl recuerdan que siguen trabajando con lo que ello supone para su salud. Tampoco se están resolviendo las dudas de docentes que tienen hijos en cuyas aulas se han detectado positivos y les han mandado a casa, dado que no saben a qué permiso acogerse.