La inauguración del nacimiento que recrea la Asociación Belenista en la sala Pedro Torrecilla de la Fundación Cajacírculo suele ser el primer acto de la Navidad burgalesa. Este año vuelve a serlo con una representación que cambia de formato y, en lugar de presentarse en el centro del espacio, se ha instalado adosada a la pared. Las dimensiones son las mismas, unos 65 metros cuadrados, y lo que se recrea cambia como cada edición. Esta vez, según ha apuntado el presidente de la Fundación, Emilio de Domingo, pueden encontrarse "metáforas sobre la migración -en la huida a Egipto- y el cambio climático, con el desierto junto a las pirámides". El portal de Belén se ubica esta vez en el centro de la representación y a su lado, una pequeña ciudad con panadería, pastores, arcos de piedra, relojes de sol, ropa tendida... Como en otras ocasiones, llaman a los más pequeños a buscar entre tantos elementos el lobo, el gato que no pisa el suelo o ciertas cigüeñas.

Desde el punto de vista artístico destacan las figuras de los Reyes Magos, que nunca se habían expuesto, y piezas centenarias repartidas entre el centenar de representaciones humanas.

Y junto a este belén se muestran otros 66 que corresponden a la colección de los hermanos Rodrigo y que proceden de distintas partes del mundo.

La Fundación Cajacírculo ha aprovechado la inauguración del espacio para adelantar su programación navideña que, en algunos casos, se mantiene de manera ininterrumpida desde hace 61 años. Es el caso de los certámenes de tarjetas navideñas y villancicos, así como el pregón. El anuncio de las fiestas lo hará esta vez sor Leticia, la maestra de novicias de Lerma, en la nave central de la Catedral el viernes 20 a las 20:15 horas.