La CHD detecta anomalías en la gestión de lodos de Ecoaranda

I.M.L.
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El organismo estudia abrir un expediente porque los lixiviados se filtran en el suelo, mientras que la empresa niega que los valores de los análisis excedan de los que marca la normativa

La CHD destaca que la balsa no tiene un hormigonado perimetral que pueda evitar la filtración de posibles desbordamientos. - Foto: DB

La Confederación Hidrográfica del Duero (CHD) ha realizado una inspección para tomar muestras sobre la posible afección a las aguas subterráneas por la actividad de la empresa Ecoaranda, ubicada en la carretera de La Aguilera de la capital ribereña, en respuesta a las denuncias presentadas por propietarios de fincas del entorno. Este era un primer paso dentro del proceso de diligencias previas para determinar la procedencia de incoar un expediente sancionador contra esta empresa en lo que se refiere a la calidad de las aguas en la zona.

De hecho, el Área de Calidad de las Aguas de la CHD remitía una información a los interesados en la que, para empezar, afirmaba que "se ha comprobado que no existe vertido autorizado asociado a la empresa", mientras están a la espera del análisis pormenorizado de las muestras tomadas in situ para avanzar en el proceso ya iniciado.

En una primera valoración provisional, este organismo informa que "si bien no se ha detectado la presencia de ningún contaminante que podamos considerar como peligroso por su toxicidad, persistencia y/o capacidad de bioacumulación" sí que han podido constatar "una alta concentración de sulfatos que no se aprecia en el resto de puntos muestreados" en el entorno, así como "un aumento en la conductividad en la muestra analizada en las instalaciones de Ecoaranda", que duplica o más los niveles tomados en otros puntos. El análisis químico lo completan "las concentraciones de calcio, magnesio, nitrógeno y potasio también reflejan concentraciones más elevadas que en el resto de las muestras analizadas".

En la interpretación de estos datos, los técnicos de la CHD deducen que "estas diferencias podrían ser indicativas de que, efectivamente se está produciendo una afección sobre las aguas subterráneas por parte de la actividad desarrollada por Ecoaranda, afección que no se refleja en el resto de pozos y sondeos de la zona".

En lo que a las instalaciones se refiere, desde la CHD refieren en su información que "se comprobó que la balsa L4, donde se almacena la materia orgánica, no dispone de cunetas perimetrales que permitan recoger los lixiviados generados por eventuales desbordamientos del contenido de la balsa durante eventos de precipitación, que potencialmente podrían filtrarse a través del terreno en el caso de producirse y alcanzar las aguas subterráneas, ya que alrededor de dicha balsa el terreno no está hormigonado ni pavimentado".

La información recabada la han puesto en conocimiento del Ayuntamiento de Aranda y del Servicio Territorial de Medio Ambiente de la Junta y a su Servicio de Residuos y Suelos de la Dirección General de Calidad y Sostenibilidad Ambiental, para que realicen las actuaciones correspondientes a las competencias de cada administración.

LA VERSIÓN DE LA EMPRESA. A pesar de la comunicación de la CHD, los responsables de la gestora de residuos niegan tajantemente que en los controles realizados se hayan encontrado concentraciones elevadas de sustancia alguna. "Les pedimos el resultado de los análisis que habían hecho y nos han dicho que no tenemos ningún parámetro fuera de lo normal, ni alto ni nada, todo normal teniendo en cuenta que estamos en una zona agrícola no en el centro de Aranda", apuntan desde la empresa, que niega también que se les haya comunicado desde el organismo de cuenca no tengan autorización para vertidos. "Nosotros no vertemos nada", afirman.

En cuanto a las irregularidades que la CHD refleja en la información ofrecida a uno de los denunciantes, insisten en que "nosotros tenemos todas las balsas hormigonadas" y que cuentan con todas las licencias necesarias para llevar a cabo su actividad.