La anunciada negociación del nuevo mapa de titulaciones, que deberá sentar las bases de los futuros grados y másteres que se impartan en las universidades de Castilla y León en los próximos cuatro años, se quedó paralizada en marzo de 2020 por la pandemia. Desde entonces, nada se ha sabido (o al menos que haya trascendido a la opinión pública) sobre reuniones entre los rectores y la Junta para abordar esta cuestión, que siempre suele resultar espinosa, teniendo en cuenta que en esta ocasión tan solo se concederá, en principio, una titulación por institución pública, según distintas fuentes consultadas por este periódico.

La UBU ha ido dando pasos para definir sus propuestas. Antes de que llegaran las vacaciones estivales, el Rectorado solicitó un listado de carreras deseables a los decanos de cada centro. A la cabeza de las reivindicaciones continúa estando Medicina y Farmacia, que lleva años demandando para paliar el déficit de oferta académica que mantiene desde su creación en el campo de ciencias de la salud. No obstante y aunque las seguirá defendiendo, en esta ocasión su apuesta más fuerte será la de Psicología, que solo se oferta en un campus público de la región (Salamanca), mientras que el resto de opciones pasan por los privados.

(Más información, en la edición de papel de hoy de Diario de Burgos)