El modelo pionero de reciclaje de Belorado da resultado

F. TRESPADERNE
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Las compostadoras comunitarias han gestionado en su primer año 3 toneladas de restos orgánicos, a las que hay que sumar las tratadas en las 140 individuales

El conserje del Instituto, Fernando, ‘alimenta’ tres compostadoras con ayudas de algunos alumnos y luego el compost se utiliza en los huertos del centro y también en zonas ajardinadas. - Foto: Jesús J. Matías

La apuesta que hace dos años hizo el Ayuntamiento de Belorado por un modelo pionero de reciclaje de los residuos orgánicos domiciliarios o compostaje, en su primer ejercicio, está dando sus primeros resultados, calificados de «muy positivos» desde el equipo de gobierno municipal por cuanto vienen a reafirmar que este modelo, con compostadoras individuales y comunitarias, está implantado en la localidad y funciona, como lo demuestra el hecho de que solo en los ocho puntos con comunitarios se han transformado en compost tres toneladas de residuos orgánicos. 

Belorado apostó por un proyecto de compostaje mixto, por una parte con compostadores individuales para vecinos que tienen huerto o jardín, que es el caso del propio alcalde, Álvaro Eguíluz, que recuerda se han repartido unos 140 y que, «en peso, el 70% del residuos que generamos es orgánico, aunque en volumen sea mayor el plástico», matiza, a la vez que considera que el número de compostadoras individuales repartidas hasta la fecha «es aceptable» y confía en que siga creciendo «porque todavía tenemos en stock».

Para los beliforanos que viven en un piso, el Ayuntamiento tiene ocho puntos (siete repartidos por la villa y uno en San Miguel de Pedroso), con tres compostadores cada uno, de 830 litros, el doble de capacidad que los individuales. 

Del mantenimiento de estos compostadores comunitarios se encarga personal municipal, que una o dos veces por semana comprueba el estado de los mismos, mide la temperatura y voltea los residuos, «para que el proceso de compostaje sea el mejor posible», afirma Felipe Arnáiz, encargado de mantenimiento del Ayuntamiento, que considera que los vecinos cada vez están más implicados.

En este primer año de este ambicioso proyecto, el foco se ha puestos en la gestión de los compostadores individuales y a partir de ahora el Ayuntamiento tiene previsto incidir en la utilización de los comunitarios, «porque es una fórmula más beneficiosa para el medio ambiente», declara el alcalde, que insiste en que compostando los residuos en el lugar de origen se evitan acciones como el transporte de los mismos para su procesado y se genera un ahorro de combustible, además de un beneficio ambiental.

Este proyecto, que dio sus primeros pasos con una programa de la Diputación, ha contado con financiación del Gobierno central (Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico) y de la Junta, en total unos 37.000 euros de inversión, que también se han destinado a la adquisición de máquinas biotrituradoras para los restos de poda y obtener los residuos secos necesarios para los compostadores, manifiesta el concejal beliforano de Medio Ambiente, Rubén Contreras. Además, esas ayudas también incluían la realización de cursos para compostar, aunque lo que mejor funciona es el intercambio de conocimientos entre los vecinos que tiene compostadora.

Ejemplos de buen hacer. Una de las vecinas pioneras del compostaje es Mari Carmen Gutiérrez, que trabaja en el Ayuntamiento beliforano y fue la encargada de prepara el proyecto para optar a las ayudas que han permitido poner en marcha esta red de compostadores. «En plena pandemia el concejal de Medio Ambiente me propuso hacer este proyecto, que en principio era más ambicioso con 400 compostadoras individuales, que se han quedado reducidas a la mitad», reconoce, aunque confía en que siga creciendo el número de vecinos implicados.

Hasta el año pasado, Mari Carmen realizaba el compost en montaña, es decir haciendo un montón en su huerto y jardín, sin compostadora, y luego lo repartía por la finca. «Se nota mucho el compost, en especial en el invernadero, ya que se enriquece de nutrientes y esos se nota en el crecimiento de las plantas», afirma esta maestra compostadora, que insiste en que manejar un compostador «no requiere mucho trabajo, solo una vez a la semana para airear los residuos. El mantenimiento es muy fácil». Para Mari Carmen, que genera unos 150 kilos de compost anuales, esta proyecto todavía tiene capacidad de seguir creciendo en el municipio «porque se han quedado fuera pueblos importantes de la mancomunidad», matiza, a la vez que afirma que si este sistema estuviera implantado en toda la zona se podrían transformar en compost 200.000 kilos de residuos orgánicos.

Otro de los vecinos implicados en esta programa es Conrado de Pedro, ex agente medio ambiental jubilado, quien no tiene ninguna duda de los beneficios de este sistema de gestión de residuos. «Algunos entienden los compostadores como depósitos de materia orgánica y no es así, el compostaje es otra cosa, hay que mantenerlo y reducir esos residuos al máximo, mezclándolos con tierra», asegura este amante de la naturaleza, que siempre ha utilizado esta técnica, «con muchos beneficios para el medio ambiente, huertos y jardines».

Uno de los primeros que dispuso de un compostador en Belorado fue Fernando Ortega, conserje del IES Hipólito Ruiz López, que vive en el centro escolar y muestra el manejo del mismo, ahora tiene tres, a los alumnos y emplea el compost en los huertos escolares. «Empezamos hace tres años compostando y al principio venían los escolares con la bolsita de residuos, pero ahora lo han dejado un poco», afirma Ortega, mientras unas jóvenes airean (lo hacen cada 15 días) los residuos de uno de los compostadores y comienzan a preparar los huertos donde plantarán productos de temporada, «gracias a que ahora la tierra es muy buena por el aporte de compost que hacemos».

La semilla del compostaje ya está sembrada en Belorado y los vecinos cada vez están más sensibilizados con la necesidad de gestionar bien los residuos y cuidar el medio ambiente, gracias a este proyecto, uno más, del Ayuntamiento beliforano, un ejemplo a seguir en esta materia por ser pionero. «La responsabilidad de la gestión la tienen que asumir los vecinos, no solo los ayuntamientos o los consorcios de tratamiento», asegura el alcalde, que confía en que estas iniciativas sigan creciendo, y trasladar este proyecto a las pedanías.