"CyL no está lista para un teletrabajo masivo"

David Alonso
-

Los agentes económicos coinciden en que «en este momento se va a conocer si la Comunidad está bien digitalizada o no»

Un hombre teletrabaja desde su domicilio. - Foto: Javier Rodenas

Castilla y León no está preparada para implantar de forma masiva el teletrabajo. Así de contundentes se muestran desde la patronal y los sindicatos ante la posibilidad real de que la crisis sanitaria del coronavirus obligue –actualmente es una recomendación de las instituciones sanitarias– a un éxodo masivo de empleados hacia sus domicilios para trabajar de forma remota como medida de contención frente a la epidemia, que al cierre de esta edición mantiene 92 casos confirmados por COVID-19. De hecho, en la actualidad apenas siete de cada cien ocupados de Castilla y León realizan sus funciones por teletrabajo, la sexta peor tasa nacional, y casi un punto por debajo de la media estatal. Tanto Cecale como la UGT coinciden en que el uso del teletrabajo en Castilla y León depende mucho de los sectores, ya que uno de los puntales del PIB autonómico, el sector servicios –comercio, hostelería, restauración– tienen «muy complicado» poder aplicar estas medidas. «Aquí se va a notar si tenemos una economía competitiva y bien digitalizada o no», reconoce Santiago Aparicio, presidente de Cecale, que deja entrever como la crisis sanitaria será una ‘prueba del algodón’ para el tejido económico de la Comunidad.

«La realidad es que las empresas digitalizadas apenas llegan al 15% en Castilla y León y tenemos un tejido que el 99% son pymes y micropymes», detalla el dirigente de la patronal, que hace un llamamiento a la «calma» y a la importancia de las «medidas preventivas». En términos similares se expresa Azucena Pérez, secretaría de Salud Laboral y Política Social de la UGT, que avala la tesis que la Comunidad «no está preparada para una implantación masiva del teletrabajo». «Por ejemplo, en zonas rurales el nivel de digitalización es muy bajo, y las conexiones muy deficientes, lo que dificulta mucho este proceso», señala la responsable sindical.

De igual manera, tanto UGT como Cecale reconoce la preocupación existente por el posible impacto del coronavirus en la economía regional. «Es muy posible que esto afecte de forma directa en la productividad de Castilla y León», apunta Pérez. Más pesimista se muestra el dirigente de Cecale, que pronostica un «impacto económico claro», y avanza que «ya se está notando» con cancelaciones de viajes, de pedidos, restricción de movimientos, freno en las exportaciones, etcétera.

Frente a esto, Santiago Aparicio hace un llamamiento a todas las empresas de la Comunidad para que tengan preparados los documentos necesarios para la aplicación de un ERTE (Expediente de Regulación Temporal de Empleo) para que «no les pille el toro». «Es muy importante que estén asesorados y con los papeles listos para no perder ni un día y activar el ERTE a la mayor brevedad para evitar males mayores», apunta Aparicio.

71.000 personas.

En la actualidad, sólo un 7,2 por ciento de los ocupados de Castilla y León había trabajado al menos ocasionalmente desde su casa en el cuarto trimestre de 2019, una décima más que en el mismo periodo del año anterior, lo que representa en cifras absolutas 71.000 personas, según el análisis laboral publicado por Adecco. El estudio expone igualmente  que el colectivo de ocupados en empleos de alta cualificación creció a finales de 2019, un 2,9 por ciento interanual, frente al 3,2 por ciento de la media para el conjunto de las autonomías.