El magistrado José María Tapia está a punto de volver a Burgos, y en concreto al juzgado de lo Mercantil del que se marchó en 2017 -tras coger una excedencia- para emprender la aventura en el sector privado, en un bufete de abogados de Madrid. Ya no está allí, su destino actual es el juzgado primera instancia número 6 de Getxo (Vizcaya), pero ha solicitado volver al órgano que se encarga de los concursos de acreedores. Cubriría esa plaza en comisión de servicio y con relevación de funciones, que es cómo la ha ofertado el TSJ después de que su titular obtuviera hace pocas semanas una licencia de estudios para realizar una estancia de 12 meses en el Tribunal Europeo de los Derechos Humanos de Estrasburgo.

Al puesto se han presentado dos magistrados, el citado y María de las Nieves Pérez, destinada en el número 1 de Instrucción y Primera Instancia de Aranda de Duero. Pero el TSJ se ha decantado por el primero porque, «además de ostentar la condición de magistrado  especialista en los asuntos de lo Mercantil, ha sido durante muchos años en el  pasado titular del juzgado para el que ha sido ofertada la medida». Asimismo posee  el número escalafonal más antiguo de entre los dos candidatos. Por otro lado, la otra aspirante ha obtenido plaza provisionalmente en el 2 de lo Social de Burgos, «siendo imprescindible su concurso en dicho órgano habida cuenta de la situación que padecen los órganos de esta jurisdicción en este partido judicial».

De todos modos, la propuesta se eleva al Consejo General del Poder Judicial, que es el que toma la decisión final. El Mercantil no ha sufrido un aumento de concursos porque la moratoria por la pandemia llega a finales de año, pero es de esperar que a partir de esa fecha, si no se renueva la prórroga, el número de causas empiece a aumentar.