El coronavirus se extiende a la misma velocidad que la alarma que  genera entre la población desde que el pasada mes de diciembre se popularizara esta epidemia a raíz de una oleada de contagios en China que rápidamente se ha expandido a otros países. En Castilla y León la Consejería de Sanidad confirmó ayer el octavo caso registrado en la comunidad autónoma, un varón de 52 años que se encuentra ingresado en el Santiago Apóstol.

El paciente, natural de Haro y que al parecer acudió en la noche del domingo al servicio de Urgencias al no encontrarse bien, está estable aunque presenta un cuadro neumónico. Como establece el protocolo está aislado en una habitación y en las próximas horas se llevarán a cabo las correspondientes encuestas y vigilancia epidemiológica tanto a los contactos como al entorno más estrecho del paciente para prevenir posibles contagios.

Según el protocolo nacional de prevención, se considera dentro de esta definición a las personas  que hayan estado en contacto con el afectado en los días previos, familiares y personal sanitario que no haya utilizado las medidas de protección adecuadas.

También aquellas personas que han compartido espacio con la persona mientras presentaba síntomas con una distancia inferior a dos metros.

Aunque dichas personas no presenten síntomas, deberán someterse a una vigilancia activa y estar localizables  durante el seguimiento, aunque podrán seguir llevando una vida normal siempre que cumplan con las recomendaciones de higiene respiratoria y lavado de manos. En principio, los días más críticos son las dos primeras semanas de exposición al posible contagio.

Tanto desde Sanidad como en el hospital comarcal se ha optado por la cautela a la hora de valorar el caso de coronavirus detectado y brindar información sobre el mismo, sobre todo hasta que se hayan podido realizar más estudios al paciente afectado y determinar el origen de la enfermedad.

(Más información, en la edición de papel de hoy de Diario de Burgos)