A Javier Ojeda le han pasado por encima dos crisis, pero al final se ha vuelto a levantar con éxito. La del ladrillo en 2009 le cogió en uno de los mejores momentos de su trayectoria profesional en una gran empresa del sector del mueble de Valencia, donde desde el departamento técnico se ocupó de reconvertir el sistema de producción para que las nuevas máquinas y su ingeniería se adaptasen a fabricar solo los pedidos y no muebles destinados a llenar un almacén de stock y luego buscar quien los comprara. De Valencia tuvo que volver a su Oña natal. Tras pasar por un trabajo de mera supervivencia en Bilbao y cuatro años en la empresa de muebles Montes Design, en Santecilla de Mena, decidió emprender y crear su propia firma de trofeos de autor, Singular Ideas. Pero la crisis del coronavirus le ha obligado a un nuevo cambio, esta vez, a trasladarse desde Vizcaya al parque empresarial del Valle de Tobalina. A pesar de todo, está muy contento y asegura haber «salido reforzado de la crisis, porque mis trabajos son mejores que antes y vendo producto con valor, más cercano a lo artístico que a lo industrial».
Ojeda estaba implicado en la organización de la Milenaria, una marcha de bicicleta de montaña que se celebra cada año en Oña, para la que decidió buscar un trofeo de autor. «Estaba obsesionado con que los trofeos tenían que ser el alma del evento», recuerda. Se dio cuenta muy rápido de que apenas había donde elegir y tras realizar un pequeño estudio de mercado, observó que había un hueco que él podía llenar. Había escultores que creaban piezas carísimas o diseñadores rodeados de secretismo. Así que en 2016 nació Singular Ideas, una empresa que vende diseño y entrega un producto único totalmente acabado a precios que compiten con las grandes producciones chinas sin alma. Grandes firmas, como Decathlon, Prosegur, BBVA y otras que, por cuestiones de confidencialidad no puede desvelar, pero con nombre internacional, han confiado en él. Estos días, en la nave alquilada al Ayuntamiento tobalinés fabrica 28.000 medallas de madera maciza de haya blanca que van a entregarse en noviembre a los participantes de la mítica cita deportiva de la Behobia-San Sebastián. Será la primera vez que use medallas de madera.
Creó Singular Ideas con 34 años, una edad a la que consideraba que podía arriesgarse. Decidió desechar otras ofertas, como la de montar una empresa de fabricación de muebles en Ecuador o ser el gerente de una firma de mecanizados y apostar por su proyecto. Pasa «10, 12, 14 horas, las que sean» para llegar al diseño y al concepto que cada pedido requiere. Es un gran sacrificio en lo personal, pero admite disfrutar mucho. La madera manda en sus trabajos, pero también combina metales y realiza acabados con pintura u otros materiales.
Creativo. Tenaz y perseverante, Ojeda dice que es «diseñador por necesidad» y es «realmente bueno en el desarrollo de producto», donde hay que decidir qué material y qué técnicas utilizar para lograr piezas iguales y a precios competitivos. Pero las decenas de piezas que llenan su web y su Instagram hablan de una gran creatividad. Con una mínima explicación de cada una se conoce el trabajo, a veces de meses, que hay detrás de cada nueva idea y como cada detalle, desde el tipo de madera a la forma, tienen un por qué.
Elige entre tantas ideas la molécula de la Menadiona, que creó para la farmacéutica Menadiona que ha convertido esta pieza en su regalo corporativo. Estos días se cuece en su taller el trofeo del Bilbao Night Marathon que se celebra este mes y que lleva diseñando cada año con una forma diferente desde 2015. Un bello árbol de tres piezas de madera se entrega en los premios de Sostenibilidad de BBVA y El Correo. Galardones de ferias, de certámenes de escritores o de eventos corporativos salen de su nave del Valle de Tobalina, sobre todo, hacia Madrid y Barcelona. El salto a Europa está en su hoja ruta, pero «no a corto plazo».