Rosalía Santaolalla

Sin entrar en detalles

Rosalía Santaolalla


Setos y parques

04/11/2021

Venía acordándome estos días de la petición que hizo hace unos años una asociación vecinal de la ciudad para que se cortaran unos árboles de la ribera del Arlanzón. La razón: tapaban parcialmente la vista hacia la Catedral. Ojalá saber lo que piensan ahora sobre el peregrino vegetal que se ha colocado a las puertas del Fórum Evolución, en lo que viene siendo uno de los emplazamientos más turísticos y con una original vista sobre la maravilla gótica. Qué voy a decir a estas alturas de Jacoseto (el nombre que le han puesto en redes sociales), aparte de que la idea ya la habían tenido y desarrollado en más lugares. Y quizá con un poquito más de acierto.

Si no se puede ir a la vanguardia, por lo menos que no parezca que vamos a rebufo, porque en un vistazo rápido se puede comprobar que en la provincia, al menos en lo que se refiere a la iniciativa privada, no es así. Mientras la Junta, un poco por circunstancias sobrevenidas y otro poco por lo que parece falta de interés, lleva 15 años hablando de un Parque Tecnológico que no llega, algunas de las empresas de aquí han pisado el acelerador y dan lecciones de innovación, sostenibilidad e incluso, en algunos casos, lideran iniciativas para favorecer el desarrollo y la captación de talento. 

Todavía hay quien se refiere al ordenador y al teléfono móvil como nuevas tecnologías y, a ver, lo que se dice nuevas, pues ya no son. Pero esto es como llamar cambio climático a lo que es ya una realidad que nos afecta en nuestro día a día. Después de década y media, igual ha dejado de tener sentido llamar así al Parque Tecnológico. Lo mismo hasta hay que repensar qué es lo que se quiere hacer, porque el mundo, las empresas, la tecnología, han cambiado mucho en estos quince años. Burgos también, aunque reconozco que es mucho más divertido hacer coñas sobre setos peregriniformes.