Maricruz Sánchez

Plaza Mayor

Maricruz Sánchez


'Ilimitables'

04/11/2021

Recuerdo, como si lo estuviera viendo ahora mismo, el primer anuncio de 2020. Era de una compañía de telefonía y evocaba el espíritu de los felices años 20 de principios del siglo pasado, queriendo hacer una suerte de guiño a lo que nos esperaba en los nuevos años 20, esta vez los del siglo XXI. El artífice de esta campaña se cubrió de gloria y debería pedir perdón públicamente, pensé para mis adentros apenas un par de meses después, cuando los buenos deseos de Año Nuevo se tornaron en tragedia de la mano de una pandemia mundial que aún está aquí. Y esa fue mi convicción hasta que expiró el fatídico 2020, dando a luz a un 2021 más deseado que un bebé sano.

No recuerdo el primer anuncio de este año. Seguro que hablaba de esperanza, unidad y la tan ansiada vuelta a la normalidad. De hecho, a mi cabeza volvió de nuevo el de la compañía de telefonía de 2020, festivo y loco, enarbolando lo mucho que habíamos avanzado como sociedad de progreso y lo bueno que estaba por llegar. Como decía, «somos ilimitables», nada nos frenará.

Pues demostrado quedó que no habíamos avanzado tanto y que por llegar quedaba mucho, aunque no tan bueno. Sin embargo, esta Navidad que está llamando ya a la puerta (cada año lo hace antes en la publicidad), yo creo que sí es el momento de recuperar ese spot visionario. Ahora sí podemos hablar de un momento de transición, de una eclosión de alegría festiva plagada de reencuentros y de muchas ganas de disfrutar. Porque la vida ya parece una fiesta en cada puente, cada fin de semana, y aún no han llegado las fiestas puramente dichas. 

Lo malo es que la historia es cíclica y, como tal, ya sabemos qué viene después. Como me dijo un compañero el otro día, «esta película ya la hemos visto». Esperemos que esta vez el publicista acierte y, aunque dando la bienvenida a 2022, seamos ilimitables. 

ARCHIVADO EN: Siglo XXI, Pandemia, Navidad