Año y medio sometida al abandono

S.F.L.
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La endometriosis de Ruth Muñoz se agrava y sigue sin tener fecha para operarse

Una obstrucción intestinal llevó de nuevo a Ruth Muñoz al hospital. - Foto: DB

La 'cruz' con la que convive Ruth Muñoz desde los 14 años resulta ya demasiado pesada. Mejor dicho, insoportable. Hace casi cinco  años que comenzó un verdadero calvario con nombre propio, la endometriosis, y todo empeoró. La paciencia es su única aliada, pero comienza a fallar tras año y medio a la espera de ser intervenida para aliviar los constantes dolores que sufre. A día de hoy, la ilusión de poder llevar una vida «medio normal» se ha vuelto a esfumar.

La briviescana califa los últimos cuatro meses como «infernales», los dolores pélvicos que padece no cesan y con el paso del tiempo se han agudizado hasta llegar a ocasionar que pase largas temporadas acostada en el sofá o en la cama. Una vida complicada para una persona tan joven, que espera con afán la llamada del urólogo para ser intervenida. En ocasiones se ha preguntado si es peor el remedio que la enfermedad. «Pero no, tras operarme en múltiples ocasiones tengo claro que hay que confiar en la medicina y en los profesionales, aunque a veces pierda la esperanza», manifiesta con tesón.

Sus 'visitas' al quirófano han generado que actualmente padezca una obstrucción intestinal que la ha mantenido postrada en la cama de un hospital una semana. Sus nervios pudendos cada vez se encuentran más afectados y esto le provoca «dolores continuos que van desde el suelo pélvico hasta los gemelos y me impide hacer vida normal, apenas puedo andar», explica Ruth.

A los 41 años su salud física y mental se debilita. Su personalidad arrasadora flaquea y solo sueña con recibir la asistencia que necesita para dejar de sufrir. «Resulta desesperante no obtener atención médica mientras te retuerces de dolor. Yo soy muy fuerte pero reconozco que ha habido días que se me ha pasado por la cabeza quitarme del medio», afirma con tristeza.

La pandemia de coronovarus ha perjudicado en gran medida a las pacientes de esta enfermedad inflamatoria crónica y tumoral, que se sienten «abandonadas». Ruth ha han visto canceladas sus revisiones y la operación que tenían programada y acusa directamente al Hospital Universitario de Burgos de que las intervenciones «no se han retomado del todo». Afea que en una situación normal las mujeres con endometriosis sufren importantes retrasos en los diagnósticos. «Durante casi dos años hemos dejado de existir y aunque la situación haya mejorado nosotras seguimos igual de mal», explica. Fuentes del HUBU testifican que la actividad quirúrgica se «ha recuperado hasta el nivel anterior a la crisis sanitaria».

Tras solicitar la baja laboral en reiteradas ocasiones ha recibido una incapacidad de la que no ha quedado del todo de acuerdo y pese a su delicado estado de salud continúa con su lucha y ruega  una «atención digna para todas las enfermas crónicas».

Con el fin de dar una mayor visibilidad a la patología, la afectada lanzó en verano una campaña en Osoigo.com, el 'portal de los políticos que escuchan'. En este caso, Ruth se dirige a los de las Cortes de Castilla y León, a los que ha expuesto su caso y explicado su enfermedad para «conseguir que se avance en las investigaciones». 

Poco personal y falta de material en el HUBU. La briviescana Ruth Muñoz ha permanecido ingresada en el Hospital Universitario de Burgos una semana. Denuncia la «llamativa falta de personal» y asegura que «solo hay una enfermera por cada más de 20 pacientes para atender en planta». La paciente manifiesta a este medio que «la medicación escasea y que se las ven y desean para encontrarla».  Asimismo, menciona que «falta ropa de cama y que apenas hay almohadas» para todos. «Solicité una porque faltaba medio relleno de la que me dieron y tardaron dos días en entregármela», confiesa.Ante tales declaraciones, desde el HUBU aclaran que la cobertura de personal en las unidades de hospitalización es «muy superior al ratio de uno por cada veinte pacientes». Respecto a la disponibilidad de medicamentos y material, afirman que no ha habido incidencias vinculadas a roturas de stock. En este sentido, añaden que tampoco se han dado sucesos relacionados con la falta de sábanas, pijamas o almohadas. «La sociedad concesionaria dispone de un surtido de seguridad que no se ha visto alterado en las últimas semanas», sentencian.