Abogan por la liberalización de los horarios para atraer clientes

B.G.R. / Burgos
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«Debe hacerse paso a paso», dice el gerente de los comerciantes del Barrio de las Letras

El debate sobre la liberalización de los horarios comerciales parece superado en las grandes ciudades pero sigue siendo objeto de polémica en las pequeñas. En el caso de Madrid,  sus tiendas pueden abrir los 365 días del año, lo que ha supuesto un foco de atracción para el turismo de la capital, tal y como ayer aseguró Pablo Batllé, gerente de la Asociación de Comerciantes del Barrio de las Letras, que reconoció que esta posibilidad ayudaría a mejorar el sector en poblaciones de menor tamaño.

«Cuando yo vengo como turista a una ciudad como Burgos me gustaría encontrarme con los comercios abiertos», señaló, no sin antes reconocer que se trata de un tema delicado, por cuanto deben compaginarse la vida familiar y laboral del empresario, y que debe realizarse «paso a paso». En cualquier caso, apeló a las «características e idiosincrasia» de cada localidad para buscar salidas «interesantes» para atraer clientes.

Batllé realizó ayer estas declaraciones momentos antes de participar en una jornada técnica organizada por al Cámara y la patronal del sector (FEC) sobre la gestión de zonas urbanas comerciales. Durante la misma, el gerente de los empresarios del barrio madrileño expuso la experiencia de dinamización comercial puesta en marcha en esta zona del centro de la capital madrileña, conocida por albergar el convento de las Trinitarias donde se encuentran los restos de Cervantes.

«La transformación del barrio ha sido muy importante», subrayó para hacer referencia a cambios en las calles y en el mobiliario urbano, además de a la realización de iniciativas como el Mercado de las Ranas, donde los comercios sacan su género a la calle, o de DecorAcción, evento celebrado el pasado fin de semana en el que interioristas intervienen en establecimientos y fachadas.

El gerente de la asociación madrileña atribuyó la evolución de la zona a la implicación de los comerciantes, muchos de ellos también residentes, y a la colaboración del Ayuntamiento de la capital. De igual, consideró que las iniciativas llevadas a cabo pueden exportarse a otras ciudades, si bien aseguró que para ello la colaboración de las administraciones locales es «imprescindible».

Por su parte, Guillermo González, director general de la Confederación de Comercio de Madrid, abogó por una adaptación del sector a la «época de cambios que vivimos». En este sentido, apuntó a la importancia de «saber diferenciarse», además de incorporar la innovación y las nuevas tecnologías a la gestión de los negocios. A todo ello, sumó la «colaboración» con la competencia y el «compromiso» de los empresarios con el «entorno en el que se encuentran».

La jornada fue inaugurada en el Monasterio de San Juan por la vicepresidenta de la Federación de Empresarios de Comercio (FEC), Loreto Pérez, y el presidente de la Cámara burgalesa, Antonio Méndez Pozo, que realizó un repaso de las acciones llevadas a cabo desde 2013 para el desarrollo de modelos de gestión urbana. Entre ellas, destacó la importancia de las visitas que se han realizado a otros países por parte de delegaciones burgalesas con el fin de conocer sus experiencias en material comercial, a las que se sumaron las expuestas ayer como en el caso del Barrio de las Letras. No obstante, señaló que «no hay directrices únicas porque cada zona tiene sus particularidades».