Lo había intentado de 1.00 maneras y finalmente dio con la tecla. Tras una serie de partidos en los que Diego Pablo Simeone no acertaba con los cambios o los jugadores que saltaban al terreno de juego no daban el nivel esperado, en el Atlético-Osasuna del pasado domingo las variaciones que introdujo el ‘Cholo’ sí dieron resultado. En tiempo, y en forma. En los encuentros ante el Elche o la Real Sociedad, el técnico tardó mucho en mover el banquillo. Y cuando lo hizo, los futbolistas que salieron de refresco apenas aportaron en el campo lo que el entrenador esperaba. Pero frente a Osasuna, ocurrió todo lo contrario.

Sobre todo, con el primer doble cambio que realizó Simeone, que retiró el campo a Hermoso y Saúl para dar entrada a Lodi y Joao Félix. El marcador todavía era de 0-0. Con el brasileño buscaba más profundidad por la banda izquierda y con el portugués, más presencia en los metros, último pase y llegada. Y las dos cosas se cumplieron.

Lodi, que se vio sorprendido por Budimir en el 0-1 de Osasuna en el minuto 75, se rehizo, marcando el empate siete minutos después. Definió a la perfección en el mano a mano tras un gran pase de Joao Félix. Además, el brasileño inició la jugada del segundo gol, con una meteórica carrera de área a área conduciendo el balón. Cuando vio que iba solo, frenó, echó el esférico atrás para Koke y la acción continuó hasta el gol de Suárez.

Joao, además de ser decisivo en el 1-1, dio pausa al ataque del Atlético en los minutos finales. Cuando la presión y la ansiedad invitaban a realizar ataques rápidos, el luso puso más cabeza que corazón para mantener la calma y que las ofensivas fuesen organizadas. Algo que resultó clave para la remontada.

Más rotación

Los siguientes cambios fueron Herrera y Dembélé. Salieron Llorente y Correa, los dos fundidos. Controlar el centro del campo con el mexicano y estirar al equipo con el francés, que ayudó a fijar defensas para que Suárez estuviese más libre, como en el gol del uruguayo, en el que además, el ex del Lyon saltó para evitar que el balón le golpeara y abortar la ocasión. Ganó varios balones que permitieron salir al equipo en los últimos instantes.

Y tras el 2-1, Simeone quiso apuntalar más el centro del campo con Kondogbia. Retiró a Luis Suárez, que ya había hecho su trabajo, para dar más consistencia a la medular para el tramo final. Y todo salió bien.