La pasión de la Molina

B.G.R.
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Cientos de personas acuden a la representación viviente de la Molina de Ubierna, que no pudo ser grabada con drones por el viento

La pasión de la Molina - Foto: J.J.M

A punto de cumplir su cuarenta aniversario, la Pasión de Cristo que se representa en la Molina de Ubierna volvió a congregar a cientos de personas. Comenzó a las seis de la tarde y se prolongó durante más de hora y media en la que se sucedieron hasta 17 escenas, iniciándose en la entrada del pueblo con la Cena de los Apóstoles. Los últimos 200 metros se vieron modificados este año para mejorar la visibilidad de la recreación de la Crucifixión.

El frío no fue el protagonista, como así ocurriera el año pasado, cuando a las bajas temperaturas se unió la lluvia, tal y como recordaban algunos de los asistentes. Lo que sí que se notó fue el viento, que impidió que el evento religioso y cultural se pudiera grabar con drones. El alcalde, José María del Olmo, dio la bienvenida al público acompañado por la senadora del PP Cristina Ayala, encargada este año de pregonar el acto aplaudiendo la iniciativa vecinal y asegurando que «este tipo de cosas, las tradiciones, son las que hacen grande al medio rural».

La representación transcurrió según el guión previsto, recordando desde la traición de judas, a la oración del huerto, el prendimiento o el recorrido hasta el Monte Calvario. Como viene siendo habitual desde hace 16 años, Carmelo de la Fuente encarnó a Jesucristo contagiando a los asistentes su pasión por esta escenificación.