Los vigilantes de las fiestas

F.L.D.
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Juan José Martínez y David Pascual forman parte del servicio de Bomberos del Ayuntamiento de Burgos, con mucha implicación en los Sampedros. De ellos depende nuestra seguridad, especialmente en los Fuegos Artificiales

Los vigilantes de las fiestas - Foto: Miguel Ángel Valdivielso

Ellos se lo toman como una jornada de trabajo más, pero lo cierto es que a su actividad diaria tienen que sumarle otras actuaciones encaminadas a mantener la seguridad de sus vecinos mientras disfrutan de las Fiestas de San Pedro y San Pablo. Los Bomberos del Ayuntamiento de Burgos colaboran para que nada falle en los festejos y su labor se hace especialmente importante en los fuegos artificiales, a los que acuden miles de burgaleses. El sargento Juan José Martínez es uno de los veteranos del cuerpo y tiene tan interiorizado su papel dentro de estas fechas tan señaladas que apenas le da importancia al hecho de que su papel sea clave en las celebraciones. Curiosamente, no contrasta mucho con la manera en que se lo toma David Pascual, que entró hace apenas dos años y que tiene asumido que mientras muchos de sus amigos salen por la noche, él tiene que trabajar.

«El estar en fiestas o estar fuera de fiestas es prácticamente lo mismo en cuestión de horario», comenta Juan José antes de matizar que, a mayores de las prácticas y salidas que hacen en un día normal -hace dos años se quemaron dos coches en Las Veguillas después de que alguien prendiera pelusas-, se encargan de la elaboración de los diferentes planes de emergencia y de la vigilancia de su cumplimiento: «Cada año varía un poco porque los planes se realizan en función de los riesgos de las actividades y, si son diferentes, la seguridad obviamente es distinta».

Uno de los ejemplos más palpables es la Feria de Atracciones, más conocida como Las Barracas. Allí acuden cada día para vigilar que todo esté en orden. «Desde hace unos años son muchos los requisitos  para organizar este tipo de eventos: tienen que tener extintores, medidas de protección del almacenamiento de combustible como el gasoil, crear un pasillo de seguridad de emergencias...», enumera Martínez, un hombre que ha visto toda esa evolución del incremento de medidas de seguridad a lo largo de su carrera. 

Pero si en algo son importantes es en el lanzamiento de los fuegos artificiales. A David le gusta ir porque, «ya que tienes que trabajar al menos sales y los ves», reconoce. Además, allí suele encontrarse con familiares, amigos y conocidos mientras está en el retén de prevención.

No hay celebraciones especiales de esta «otra familia», como la describe el joven bombero, durante las fiestas de San Pedro y San Pablo. Para ellos, que tienen asumida su función, «no es más que un día más de trabajo mientras el resto de los burgaleses disfrutan».