Los viejos silos de cereal, que se alzan en las inmediaciones de la estación de tren de Briviesca, cobrarán de nuevo utilidad, esta vez como locales de ensayo de grupos musicales, sala de conciertos y museo. Abandonados a su suerte desde hace décadas, el Consistorio proyecta invertir una cantidad -por el momento indeterminada- para rehabilitar el espacio y lograr reubicar a las bandas que utilizaban los antiguos recintos de Cruz Roja de la N-I, que se vieron obligadas a dejarlos hace poco más de un año, para que puedan ensayar.
De las posibles ubicaciones que ha estudiado, el equipo de gobierno considera que los silos cumplen las condiciones más idóneas para tal fin. «Se sitúan lejos del casco histórico y el ruido no va resultar un problema para los vecinos», declara Álvaro Morales, alcalde de la localidad. Asimismo, en el proyecto anunciado por el regidor briviescano se incluye también la creación, en el interior de este emblemático edificio de un museo etnográfico «para recordar el pasado y presente agrario de la ciudad y la comarca». Con relación a la agricultura, cree también que se trata del espacio más apropiado para colocar la báscula que la Junta Agropecuaria lleva tiempo solicitando. «El entorno es enorme, hay mucha cabida y se pueden hacer muchísimas cosas», manifiesta.
La idea debe plasmarse en proyecto pero el equipo de gobierno apuesta por destinar los silos para fines culturales de todo tipo. Sin embargo, Morales no quiere confundir a la población y por ello recalca que consiste en un plan para desarrollar «a medio plazo», ya que actualmente existen otras prioridades en la ciudad. Eso sí, anuncia que en el momento en el que la «cesión se ejecute, los trabajos de reforma comenzarán». Igualmente, aclara que la actuación más urgente corresponde a los locales de ensayo y que «la construcción de un museo se llevará a cabo en un futuro».
Respecto a la inversión requerida el alcalde no tiene la capacidad para dar una respuesta firme. «Primero necesitamos la cesión y una vez la obtengamos se redactará una memoria y un presupuesto. Los gastos dependerán de lo que queramos hacer. Aún así, intentaremos optar a todas las subvenciones posibles que lanzan las administraciones públicas», afirma. En cuanto a levantar una sala de conciertos el regidor no estima un gasto demasiado elevado. «No pretendemos edificar un teatro sino acondicionar un espacio abierto, sin sillas, mesas ni butacas estilo Hangar de Burgos», añade.
Anteriormente, las distintas formaciones musicales de la ciudad ensayaban en un local que según Morales no «reunían las condiciones de salubridad adecuadas y había peligro». Una vez que el equipo de gobierno optó por cortar la luz, cada agrupación tuvo que buscar alternativas. «Algunos se juntan en lonjas situadas en los bajos de edificios generando molestias por ruido a los vecinos. Con este proyecto podrán hacerlo en un lugar en las afueras de la ciudad, no molestarán a nadie y estar más tranquilos», expone.
Tras un encuentro con el delegado territorial de la Junta Roberto Saiz, el primer edil expuso el proyecto -que todavía no está redactado- al político con el fin de que la administración regional permitiera el cese del inmueble, que es de su propiedad, al municipio de Briviesca. Morales asegura que el delegado atendió sus peticiones y este le aseguró que «transmitiría la propuesta».
músicos y oposición. La noticia ha sorprendido a los integrantes de varias formaciones musicales de la ciudad y todos ellos consideran que la propuesta es «necesaria en un municipio con tanta cultura musical». También ha caído de imprevisto entre los miembros de la oposición, que afirman de «no disponer de ninguna información» al respecto.
Arturo Pascual, portavoz del Partido Popular en el Ayuntamiento briviescano, estima que «los silos tienen muchas posibilidades» y declara que tras la cesión el equipo de gobierno «debe presentar un proyecto creíble». No obstante, recuerda que se trata de «un tema que ya ha sido planteado varias veces». María Guimarey de Ciudadanos piensa que el planteamiento es bueno «en el caso de que las obras de la Casa Salamanca hubieran finalizado y no existiera espacio suficiente allí. Tener este proyecto sin terminar e iniciar la reforma de otro emplazamiento no me convence», concluye.