El cine nos ha convertido en grandes expertos en vampirología. Sabemos que salen por la noche y que duermen en un ataúd durante el día, sin que les dé un solo rayo de luz solar. Conocemos asimismo su aversión a los ajos, que retroceden ante la visión de los crucifijos, sobre todo si son de plata o están bendecidos por un sacerdote. También sabemos que son inmortales, pero que una estaca de madera clavada en su corazón acaba con ellos para siempre. Igualmente somos conscientes de que no pueden entrar en nuestro domicilio, salvo que les invitemos expresamente y que provocan una mezcla de fascinación y terror, incluso que desatan una intensa pulsión erótica. Sí, lo conocemos todo sobre los vampiros, aunque siempre nos pueden sorprender con su misterio.
El próximo domingo, cuando se celebra Halloween, esa noche donde las historias de miedo son las grandes protagonistas, TCM ofrecerá un maratón de películas con los vampiros como protagonistas. Se podrán ver cintas consideradas clásicos del género, como Drácula de Bram Stoker, dirigida por Francis Ford Coppola en 1992, o Entrevista con el vampiro, realizada por Neil Jordan en 1994, basada en la obra de Anne Rice, protagonizada por Tom Cruise, Brad Pitt y Antonio Banderas y con dos nominaciones a los Oscar.
Pero en este especial vampírico de la cadena también hay espacio para la cara menos tradicional o convencional de ese mito, como la que muestran Jim Jarmusch en Solo los amantes sobreviven, con la británica Tilda Swinton como protagonista, Ana Lily Amirpour en Una chica vuelve a casa sola de noche o Tomas Alfredson en Déjame entrar, el filme sueco que refleja la entrañable amistad entre un niño de 12 años y su misteriosa vecina que tiene su misma edad, que resulta ser una vampira.
Porque si algo tiene el séptimo arte protagonizado por vampiros es que, a pesar del paso de los años y el cambio de las modas a las que ha sucumbido el cine, ha sabido mantener sus esencias clásicas y también lanzarse sin miedo a explorar nuevos territorios para mantener la atención del público.
Los vampiros pueden permanecer ocultos, cinematográficamente hablando, durante un tiempo, pero aparecen periódicamente para seguir provocando miedo entre el público que acude a las salas de cine, seduciendo a jóvenes espectadores y a otros a los que incluso nunca les gustó el cine de terror.
Por una vez, y sin que sirva de precedente, el 31 de octubre, los seguidores de TCM permitirán que los vampiros entren en sus hogares, aunque solo sea a través de la pequeña pantalla. Eso sí, en TCM tendrán preparados un buen arsenal de ajos, crucifijos y estacas de madera por si fueran necesarios.