Puede ser que nunca antes la Catedral hubiera lucido tan pizpireta como lo hace en los murales que desde hoy visten las paredes de los centros cívicos y el CEAS de San Pedro de la Fuente. Los 1.900 niños que han participado en el programa de verano de estos espacios han trabajado junto a sus monitoras para convertir en realidad este proyecto llamado Catedral de Luz, una gran vidriera de 3x2,30m, que nace con el objetivo de dar luminosidad a unos tiempos de oscuridad y al compás del Octavo Centenario del templo gótico, tal y como ha apuntado esta mañana la concejala de Servicios Sociales, Sonia Rodríguez, en su presentación en Las Huelgas.
La iniciativa, coordinada por Manu Revilla (Resistible) y la ilustradora Mónica Puras, ha implicado a todas las monitoras y niños de 6 a 12 años de estos espacios municipales. Los más pequeños, los de 3 a 6 años, han aportado su granito de arena con trabajos paralelos en torno a esta actividad.
Estas ocho vidrieras, cada una diferente en función de los colores elegidos para completarla, permanecerán en las paredes abiertas al público y sin fecha de retirada.