Estudian la riqueza patrimonial de la línea del Directo

I.M.L.
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Las universidades Complutense y Politécnica de Madrid buscan apoyos para ampliar su trabajo al trazado ferroviario burgalés

Estudian la riqueza patrimonial de la línea del Directo - Foto: Diario de Burgos Patricia González

Con el ferrocarril Madrid-Aranda-Burgos como hilo conductor, las universidades Politécncia y Complutense de Madrid, en colaboración con el Instituto de Historia del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), llevan tres años embarcados en el análisis del patrimonio que rodea a esta línea férrea. Un trabajo en el que han trabajado una treintena de investigadores, que comenzaba por el trazado dentro de la Comunidad de Madrid y que ahora se pretende ampliar a Castilla y León, en las provincias de Segovia primero, donde ya han comenzado estos trabajos, y a Burgos después. El resultado del tramo madrileño ya se ha expuesto en una muestra que se puede visitar hasta el 12 de abril en la Escuela Técnica Superior de ingenieros de Caminos, Canales y Puertos de la Universidad Politécnica de Madrid.

El comisario principal de esta exposición Fernando Vela, destaca que el objetivo de este trabajo es «dar a conocer el potencial enorme que a nivel patrimonial tiene este corredor porque vertebra una gran parte del centro de la península y pasa por espacios naturales impresionantes, tiene vinculado patrimonio histórico, industrial, etnológico y aspectos de caracter social muy interesantes». Lejos de la idea preconcebida que se puede tener de lo que se considera patrimonio, Vela insiste en que esta línea se debe tener en cuenta para su estudio y conservación. «El propio corredor es patrimonio, su trazado, sus arquitecturas, los viaductos, los túneles forman parte de la historia contemporánea de España», asegura Vela.

Los investigadores reconocen que el tramo madrileño cuenta con una mayor riqueza patrimonial, tanto por las infraestructuras que precisaba la vía como por el entorno paisajístico, pero ponen el acento en que este trabajo insiste «en el paisaje cultural, que tiene mucho que ver con las formas de vida tradicionales, con la gestión del espacio forestal y con cuestiones que son muy transversales» ya que «el patrimonio cultural es muy amplio y el concepto es muy dinámico, cosas que hace unas décadas no hubiéramos pensado en ellas como patrimonio, sin embargo ahora sí se entienden como tal».

Lo que queda en Burgos.

Hasta la fecha, Adif ha decidido hacer desaparecer a cuatro apeaderos, el de Villamayor de los Montes, Cogollos, Sarracín y Gumiel de Izán, este último en la comarca de la Ribera. «Se han derribado aquellos que considerábamos que ofrecían mayor peligro», explicaban desde la empresa pública Adif, propietaria de estos edificios. Por el contrario, hay cinco estaciones, todas ellas en la comarca de la Ribera, excepto la de Lerma, que continúan en pie, aunque su estado es también muy lamentable, lo que está llevando a Adif a evaluar su posible demolición. Estas estaciones son: Fuentelcésped, Oquillas, Bahabón de Esgueva y Fontioso. A ellas hay que sumar la de Aranda, la única cuyo edificio presenta buenas condiciones.

Lo cierto es que estas estaciones, todas ellas con tejas caídas e incluso vigas hundidas, se están perdiendo porque se han ido abandonado. En este caso, además, no han contado con el interés de particulares por arrendárselas a Adif y convertirlas en segundas viviendas o en negocios de hostelería. «No ha habido peticiones, si las hubiera habido, las hubiéramos arrendado», señalan desde Adif, que afirman que el hecho de que existan las reivindicaciones por reabrir el Directo no tienen que ver con la falta de interés por haber alquilado estas infraestructuras ferroviarias. De todas las estaciones de esta línea en la provincia, solo la de Aranda está habitable y habitada, ya que Adif invirtió hace menos de una década en construir cinco viviendas que tiene arrendadas.