Un museo decisivo para la escultura

SPC
-

El jurado reconoce el carácter «ejemplar» de este centro vallisoletano por su contribución a la conservación y difusión del patrimonio

Palacio de Villena, sede del Museo Nacional de Escultura - Foto: Miriam Chacon (Ical)

El Museo Nacional de Escultura, con sede en Valladolid, obtuvo ayer el Premio Castilla y León de las Artes en su edición correspondiente a 2018 como reconocimiento a su contribución «decisiva» a la conservación, custodia y difusión del patrimonio escultórico de la escuela castellana. El jurado acordó por unanimidad concederle este galardón por ser una institución de carácter «ejemplar».

«Trasciende a nuestra tierra por albergar piezas de incalculable valor artístico de otros territorios», indicó en su fallo el jurado, que destacó su carácter «dinámico y vivo» que se manifiesta en su «completa y magnífica» programación, según informaron fuentes de la Junta en un comunicado recogido por Ical. 

Un reconocimiento que la directora del Museo Nacional de Escultura, María Bolaños, acogió «con una alegría enorme» y cierta «sorpresa», ya que «parece que en principio esos premios que están más destinados a artistas o a creadores individuales y no a instituciones pertenecientes a administraciones públicas, como es el caso de este centro». «Es un verdadero regalo, porque es una forma de darle mayor visibilidad y un reconocimiento al trabajo que hace el equipo desde hace años», explicó.

Diez años después de que tomara las riendas del centro, Bolaños aseguró que el galardón «satisface también porque hay mucho empeño, mucho compromiso y mucho trabajo oculto detrás». A su juicio, el museo «ya cuenta con una proyección pública importante que podría ser mucho mayor si la cultura tuviese una mayor acogida y mayores posibilidades de llegar a más gente».

«Este tipo de premios revalorizan ese trabajo y lo respaldan, ayudan a consolidarlo y pueden hacer que el museo sea visitado por aquellos que nunca pisan los museos y que encontrarían una fuente de satisfacción enorme», subrayó.

Sobre el fallo del galardón, que reconoce entre otras cuestiones la labor de «conservación, custodia y difusión del patrimonio escultórico de la escuela castellana», reconoció que el grueso de la colección es escultura castellana y que el peso de algunos nombres como Juan de Juni, Gregorio Fernández o Berruguete «dan consistencia a la colección y en definitiva son el origen del que parte la institución, que nació a mediados del siglo XIX».

Sin embargo, resaltó el carácter nacional del centro, que por ejemplo en estos momentos tiene varias piezas de su colección cedidas al Palacio Episcopal de Málaga.