«Me fui a Nueva York y allí conecté con mi voz y mi tierra»

I.L.H.
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Ha pasado de lanzar una campaña de micromecenazgo para grabar su primer disco a aparecer en el programa 'Un país para escucharlo'. Vicente Navarro presenta este sábado en Cultural Cordón su folk contemporáneo

En las canciones de ‘Casi tierra’ hay mucha luz aunque hable de guerras, la muerte, la pérdida o relaciones rotas. - Foto: Carlos Rubio

Actor, publicista y músico, Vicente Navarro se ha dado su tiempo para convencerse de que tenía alma de cantautor y una vez resueltas las dudas ha pasado de lanzar una campaña de micromecenazgo para grabar su primer disco a aparecer en el programa de TVE Un país para escucharlo. Después de cambiar la fecha por las restricciones y asumir la incertidumbre de la profesión en estos tiempos, el músico estará este sábado en Cultural Cordón (18.00 horas) para ofrecer un concierto en el que además de presentar los temas de Casi tierra (El Tragaluz), explicará lo que hay detrás de algunas de las canciones. 

Por si no lo cuenta sobre el escenario, sepan que Vicente Navarro encontró su voz en Nueva York, mientras leía los poemas que Federico García Lorca escribió en la Gran Manzana y compartía el desarraigo con otros latinos. «Antes componía, pero no terminaba de conectar; era como que si me quedara en la superficialidad. Porque para mí son muy importantes las letras y no se trata tanto de cantar bien como de transmitir. Y lo que pasó es que por cuestiones de la vida me marche a Nueva York y empecé a componer. Al relacionarme con otros latinos se me acrecentó la identidad o las raíces. Es curioso porque me fui para desconectar, y sin embargo es allí donde conecté con mi voz, mi tierra y el disco».

Aunque sería mejor decir que «terminó de conectar» porque hay un tema que había compuesto antes de cruzar el charco y que, asegura, es de los que más ha trabajado. En Los dientes grita contra las guerras civiles, las peleas entre hermanos y la juventud de los soldados. «Esa obligación de ir a disparar me descoloca. Como seres humanos tenemos la obligación se llevarnos bien». Y para recordar lo que pasa cuando nos crispamos canta Me sacaron de mi casa / Y me enterraron bien lejos / Me llevaron al campo, / me taparon los ojos... / Yo quería ir al cielo / pero estaba lleno. / Y entre los árboles / los compañeros  / sacaron las armas / pero perdieron...

En las canciones de Vicente Navarro hay mucha luz aunque hable de guerras civiles, de la muerte (el tema El luto es alegre y radiante), la pérdida, la relación rota (en El puente la influencia árabe brilla en los acordes y en la expresión inshallah que ilumina toda la canción) o el amor sea o no correspondido.

En todas hay una entente cordiale, una alianza entre música y letra que hace que en sus composiciones se note el tiempo invertido, que ha sido mucho porque además le gusta «hacer las cosas despacio».  «Si pesa mucho el contenido pero la melodía no llega, no hay nada que hacer. Por eso a veces uso músicas sencillas con dos acordes para que llegue y otras busco algo más complejo. Ambas cosas son muy importantes porque al fin y al cabo, canto, no recito».

Su música, en cualquier caso, es difícil de definir: lo mismo suena flamenco que melodías árabes o electrónica: «Lo que quería es una búsqueda honesta en la que me sintiera identificado, así que en todas está la guitarra como elemento tradicional y la electrónica como toque anglosajón porque escucho rap pero también a Los Panchos». 

Casi tierra, con aderezo rural reivindicativo, sonará el sábado con la voz de Vicente Navarro, las bases electrónicas de Brenda Sayuri y la guitarra de Rubens Allan.