Caso cerrado. Desde que la Guardia Civil culminó con éxito la operación Sanctuarium en 2016 han transcurrido 5 años y todos los implicados ya han sido juzgados y hay sentencia. La investigación de la Benemérita destapó una de las mayores tramas de expolio y tráfico de obras de arte sacro de los últimos años en toda España. Cinco personas fueron detenidas y cuatro de ellas han resultado condenadas.
En la vista oral, celebrada en el mes de febrero, dos de los acusados -los receptores de las piezas- se prestaron a pactar con la Fiscalía y se conformaron con dos años de cárcel y uno y medio respectivamente. Pero aún quedaban pendientes las penas para los dos ladrones, que finalmente han sido condenados a tres años de prisión cada uno, dos por un delito de robo con fuerza y uno por otro de hurto. Todos ellos deberán indemnizar al Arzobispado de Burgos por los daños ocasionados en las imágenes sustraídas y en las puertas de las iglesias que forzaron, que fueron las de Revillagodos y Caborredondo, en la Bureba.
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