El hombre que pescó una tenia

BELÉN DELGADO
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José Antonio Sáez-Royuela, médico especialista de Digestivo, celebra su 90 cumpleaños con una energía vital inusitada. La jubilación no entra en sus planes y sigue pasando consulta. Ha superado dos cánceres y en noviembre, la covid-19

El hombre que pescó una tenia - Foto: Patricia González

Cuando alguien es un ejemplo de hombre con una existencia extraordinaria, lo normal es que siga disfrutando de la vida y del trabajo de una manera poco común (máxime si lo hace tras haber llegado a su 90 cumpleaños): con energía, con optimismo, con elegancia y con sentido del humor. Así es el doctor José Antonio Sáez-Royuela, ‘Tonono’ para su larga lista de amigos, quien pese a haber rebasado con creces la edad de jubilación se resiste a colgar la bata porque -según reconoce- le sigue gustando ejercer su profesión, quiere mantenerse activo y se encuentra físicamente bien.

Lo dice con una sonrisa que le ilumina el rostro y después de haber pasado consulta a una decena de pacientes en la Clínica Calzadas, donde acude tres días a la semana. «Entro en la década de los 90 pero sigo haciendo la misma vida que cuando tenía 60. ¿El secreto? La propia actividad y el haber pasado todo lo que he pasado», confiesa. Y es que, pese a haber tenido una trayectoria plena, en la última década ha sufrido los tres golpes más duros de su vida: la pérdida de su esposa, Mari Luz; la muerte de su hijo, Federico, que era jefe del Servicio de Digestivo del HUBU, y tres cánceres, dos de colon y uno de hígado. Así que cuando se le pregunta si no tuvo miedo cuando resultó contagiado de la covid-19 en noviembre, a nadie extraña que sonría y responda que si no le dio miedo el cáncer no se lo iba a dar ahora el coronavirus. Genio y figura.

(El reportaje completo y más fotografías, en la edición de papel de hoy de Diario de Burgos)