Cierra la escuela infantil de Peñaranda por falta de niños

L. NÚÑEZ
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El concejal de Educación del municipio ribereño afronta esta etapa como «un curso de transición», a la espera de poder acogerse a otras alternativas como el programa Canguros, de la Diputación de Burgos

La escuela infantil El garabato, en la localidad ribereña de Peñaranda de Duero, empezó a funcionar en el año 2007. - Foto: DB

Los peores presagios finalmente se han cumplido y la escuela infantil de Peñaranda de Duero se ha visto obligada a cerrar sus puertas este curso por falta de niños de cero a tres años. A finales de agosto, desde el Ayuntamiento de la localidad ribereña se hizo un esfuerzo adicional para evitar una medida tan drástica. Tenían dos alumnos matriculados y necesitaban otros tres para alcanzar el mínimo exigido por la Junta de Castilla y León. No ha sido posible.  

No obstante, el concejal de Educación de Peñaranda de Duero, Iván de la Vega, no tira la toalla y afronta este curso como «un periodo de transición» en el que explorar distintas alternativas, siempre con la esperanza de que la escuela infantil El garabato, que echó a andar en 2007, pueda reabrir el próximo año. «No es un cerrojazo, ni tampoco una situación definitiva. No dejaremos de trabajar para que reabra», recalca, mientras agrega que los próximos meses les servirán para analizar hacia dónde enfocar este proyecto. 

Sobre la mesa cuentan con varias opciones. «Intentaremos reabrir, quizá contemplemos sumarnos a algún programa de la Junta o de la Diputación de Burgos», detalla De la Vega. Justamente, el novedoso proyecto Canguros, impulsado este año por la institución provincial y que ofrece atención diurna a los más pequeños en grupos reducidos, era la gran esperanza de Peñaranda de Duero. Pero tampoco ha podido ser, ya que desde la Junta de Castilla y León se estableció como requisito que las localidades que se beneficien no hubieran estado inscritas el curso anterior en el programa Crecemos, como ocurre con la localidad ribereña. La gestión de la escuela infantil es municipal, pero se enmarca dentro del citado plan regional, con una subvención cercana a los 11.000 euros. 

Así las cosas, tras no prosperar ni el número de matriculaciones ni su adhesión al programa Canguros, De la Vega, también teniente de alcalde, lamenta que el pueblo se quede sin otro servicio esencial. «Es muy triste y muy duro (...)».

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