María Jesús Jabato

Señales de vida

María Jesús Jabato


De fútbol

15/10/2021

Hay quien empieza a dar la voz de alarma; los chavales ya no quieren ser futbolistas, como antes, sino youtubers. Los adorados ídolos del fútbol han dado paso a los de las redes sociales y los chicos pasan más tiempo sentados en la silla gamer absorbidos por los eSports, que sudando la camiseta en un pedregoso campito municipal. Los futbolistas son ahora unos tíos con el cogote rapado, que es más aerodinámico que cubrirlo con melenas a lo Paul Breitner o René Higuita, y ya no motivan a los chicos, que se esquilan como ellos, sí, pero no hacen piernas corriendo con el balón hacia la portería porque es más cómodo golear a golpe de stick en la consola. Resumiendo, que dos de cada cinco chicos pasan del fútbol y sesudos estudios apuntan a una generación perdida en un país tan futbolero como España, como si hubieran descubierto algo distinto de lo que advierte García Montero en uno de sus poemas: A veces las infancias escapan de sí mismas/ y corren por la lluvia como en fuera de juego/ sin oír las sirenas de los árbitros.

Para favorecer que los chicos -y chicas- jueguen al fútbol, la Fundación Eusebio Sacristán y el Ayuntamiento han creado una Escuela Deportiva Inclusiva que comenzará dentro de unos días en los campos de San Juan de los Lagos. Porque aquí, con el Burgos en Segunda, los chavales debían sentir cada domingo el zarpazo blanquinegro, y desgañitarse en las gradas, y protegerse con la bufanda del equipo del frío de las derrotas, y tocar las nubes con cada triunfo, y devorar los periódicos deportivos, y coleccionar cromos de futbolistas, y emular a las figuras, y ver en el balón el universo, en fin, vivir el cúmulo de emociones que el fútbol da y la consola quita, aunque tal vez nos haya sobrado en estas líneas efervescencia futbolera. Dejemos la cuestión en su justo término expresándola una vez más con la palabra medida de García Montero: No conviene que demos a estas cosas un valor excesivo./ Son noventa minutos en un vaso de agua,/ pero a mí me han quitado muchas veces la sed.

mariajesusjabato@mariajesusjabato.com