En la Dirección General de Tráfico se viene hablando desde hace tiempo de una apuesta decidida por la vigilancia aérea a través de drones. Sin embargo, las jefaturas provinciales no contaban con los medios necesarios para poder llevar a cabo la estrategia. Apenas había 11 aparatos en toda España y rotaban sin la frecuencia deseada. Este año parece que el Ministerio del Interior ha decidido dar un mayor impulso con la adquisición de 28 dispositivos que comenzarán a funcionar en las próximas semanas. A Castilla y León han llegado dos que irán alternándose por las nueve provincias con la misma asiduidad que lo hace el Pegasus. 

Los drones tienen la misión de completar esa labor que habitualmente hace el helicóptero de tráfico. Los dos que le han ‘caído’ a Castilla y León llegaron ya hace unos días a la Unidad Aérea con sede en Valladolid y está previsto que de manera inmediata se realice un calendario para programar su uso en los diferentes territorios. El jefe provincial de Tráfico, Raúl Galán, reconoce que por el momento no tienen comunicación de cuándo comenzarán estos aparatos a controlar las carreteras burgalesas desde las alturas, pero entiende que se pondrá en marcha «una programación base». 

Es decir, que las provincias podrán contar, por ejemplo, con uno (o incluso los dos dispositivos) durante uno o dos días por semana, si bien este tipo de calendarios varía en función de las circunstancias de cada territorio. «Puede ser que los requiramos por un evento especial, como se utiliza el Pegasus en la Vuelta Ciclista», aclara Galán. 

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