La okupación de un edificio genera un peligro de salubridad

Ó.C
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La situación se aborda en el Ayuntamiento por parte de tres concejalías: Urbanismo, Servicios Sociales y Seguridad Ciudadana. Los vecinos se quejan de la suciedad en el patio interior por las aguas residuales

La okupación de un edificio genera un peligro salubridad

Es una situación que se arrastra desde hace más de seis meses, aunque los vecinos de la zona están hartos de una realidad que se ha convertido en un problema grave de salubridad. El conflicto está en el centro de la ciudad en una de las zonas más transitadas, donde unos okupas han entrado en un edificio y vierten las aguas residuales al patio interior puesto que no tienen ni agua ni luz. El inmueble es un bien protegido y está en Francisco Cantera número 2, en la esquina con la calle La Estación, justo en frente de la sede del Mirandés y el parque Antonio Machado. En el momento en el que entraron los actuales moradores el bloque estaba abandonado puesto que la empresa propietaria está en concurso de acreedores, aunque las lonjas de la planta baja sí que tienen actividad.

Por parte del Ayuntamiento de Miranda se es consciente de la situación y se actúa desde tres concejalías: Urbanismo, Seguridad Ciudadana y Servicios Sociales. En todas ellas se han dado pasos para solucionar el conflicto, aunque es en Urbanismo en la que llevan más tiempo con este tema. Su resposanble, Soraya Solórzano, confiesa que «hay gente que ha entrado y llevamos mucho tiempo exigiendo medidas a los propietarios» porque se remarca que son ellos los que tienen que tomar las medidas para que salgan. El problema en este caso es que al estar «en  una transición» la administración local no tiene fácil exigir a la propiedad una solución.

Urbanismo trató de poner fin a esta situación con «el administrador de fincas que se encarga de cobrar los alquiles de los locales y nos dijeron que habían puesto una denuncia para la salida de los okupas pero nos indicaron que la causa se había archivado». Por parte de la responsable municipal se resalta que se ha vuelto a insistir, «porque no entendíamos muy bien porque se archivó». Solórzano indica que lo último que se les ha comunicado es que «es posible que la propiedad pase a ser un activo bancario», aunque por el momento se asume que en Urbanismo no pueden hacer más.

La okupación de un edificio genera un peligro salubridadLa okupación de un edificio genera un peligro salubridadEn Servicios Sociales y Seguridad Ciudadana también se tiene conocimiento «y en ninguno de los dos casos lo tenemos dejado», afirma Pablo Gómez que es responsable de ambas carteras. Desde su posición se mantiene prudencia y se indica que ya se ha intervenido para paliar una okupación en la que se calcula que hay unas cuarenta personas en nueve pisos, lo que afecta a los vecinos.

Ellos son los que tienen un mayor perjuicio, junto a la obra de La Estación 18 que comparte patio con Francisco Cantera, 2. «Ignoramos si están pagando o no pero aquí hay un problema», resalta uno de los residentes de la zona que relata que vierten al patio las aguas residuales y eso está generando un olor muy fuerte que ni siquiera les  permite abrir las ventanas para airear las viviendas con normalidad. «Es un problema de salud pública y estamos en invierno pero en el momento que aumenten las temperaturas puede formarse una epidemia», lamentan

Los vecinos al margen de los olores y ver cómo aumenta la cantidad de ratas indican que no hay más problemas de convivencia. Aún así otros afectados como las obras del edificio anexo de La Estación 18, sí que indican que han tenido robos y no pueden recoger escombros en el patio por las aguas residuales que se acumulan y que hacen «que el trabajo en esa zona sea imposible». Además por su parte se resalta que también han desmontado parte del tejado del inmueble que han okupado, lo que hace que el agua entre y haya dañado la cuarta planta, lo que puede traer consecuencias a un edificio con protección estructural.