Por este delito contra la seguridad vial no ingresará en prisión pero en el expediente de penales de este joven cántabro de 31 años ‘luce’ ya una mancha que unida a cualquier otro descuido criminal podría dar con sus huesos entre rejas. El juzgado de lo Penal número 3 de Burgos lo ha condenado a cuatro meses y medio de prisión por conducir su vehículo a 272 por hora y grabar al mismo tiempo un vídeo que después subió a Instagram. ¿Y dónde cometió tamaña hazaña? Pues en una de las vías que más invitan a pisar el acelerador, la autovía de León; no hay que olvidar que en la A-231 fue cazado en 2006 un Audi que iba a 260 por hora.
Los hechos enjuiciados y cuya sentencia ya ha sido confirmada por la Audiencia Provincial ocurrieron a finales de 2017. El Grupo de Investigación y Análisis del Subsector de Tráfico de Burgos (GIAT) de la Guardia Civil localizó la grabación en un chequeo preventivo de redes sociales. El vídeo mostraba desde dentro un vehículo en cuyo cuentakilómetros figuraba la velocidad de 272 kilómetros por hora. Las pesquisas posteriores determinaron que las imágenes se habían tomado el 2 de noviembre a las 10,10 horas entre los kilómetros 123 y 124 de la autovía, a la altura de Padilla de Abajo. A través de la cuenta de Instagram los agentes localizaron al conductor y después su vehículo, un Porsche Cayenne de 500 caballos, que estaba a la venta.
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