El Ayuntamiento de Burgos se suma al Pacto de Alcaldes para el Clima y la Energía y ha puesto en marcha todos los mecanismos para lograr reducir sus emisiones de CO2 un 40% y aumentar la eficiencia energética y las energías renovables en un 39% en el año 2030.

La elaboración del documento, adjudicado a la empresa Evenis Ingeniería, ya está en marcha y en cuatro meses se conocerán las emisiones de gases de efecto invernadero asociadas al municipio, es decir los que se producen como consecuencia del tráfico rodado, las calefacciones, el alumbrado público o la actividad industrial. 

Según explicó Saúl del Río, de Evenis Ingeniería, se han comenzado a recopilar los datos del consumo energético de la actividad municipal, de edificios de la Junta o del Estado, de los hogares, de los comercios o de las industrias. "Con toda la información se elaborará un mapa por sectores que analiza los consumos y, a partir de esos consumos, con un tratamiento de los datos se obtienen las emisiones de CO2 asociadas a todo el municipio".

La siguiente fase será la elaboración de un plan de cambio climático, que definirá las intervenciones a seguir para lograr la reducción de las emisiones de dióxido y posteriormente se desarrollará una fase de comunicación y difusión para implicar a la  sociedad burgalesa en la consecución de los objetivos y en el uso de las energías renovables. Todo el proceso deberá estar concluido en un año.  

La Concejalía de Medio Ambiente es consciente de la dificultad que supone la reducción progresiva de los gases nocivos, dado que ello exigirá un cambio de hábitos, pero es la única manera de luchar contra el cambio climático.