El presidente provincial de Asaja critica sin piedad al ministro de Consumo, Alberto Garzón, y dice estar convencido de que sus declaraciones fueron «premeditada», por lo que cualquier matización al respecto de la calidad de la carne que se produce en España y se exporta no van a hacer cambiar al sindicato de opinión. De la misma forma, Esteban Martínez no cree que, a pesar de sus palabras en favor del sector ganadero, el presidente del Gobierno haya desautorizado a Garzón, porque de ser así le tendría que haber cesado de su cargo, «máxime cuando es reincidente, porque no es la primera vez que hace ese tipo de declaraciones», añade el presidente de la organización agraria en referencia a las palabras del ministro cuando dijo que «la carne de vacuno era perjudicial y no había que comerla».

Además, Martínez Zamorano echa en falta que el propio ministro de Agricultura, Pesca  y Alimentación, Luis Planas, no saliera de inmediato en defensa del sector, y por ese motivo le considera corresponsable de las palabras de Garzón, «por lo que también tiene responsabilidad en esta polémica», añade.

Esteban Martínez explica que lo que más molesta en el sector de las declaraciones del responsable de Consumo es que falte a la verdad, «porque la carne que sale de nuestro país es de mucha calidad, la de las extensivas como de las intensivas», aclara, dos modelos de ganadería que a su juicio no deben ser autoexcluyentes sino complementarios y por tanto, defiende su «convivencia» y «viabilidad» para satisfacer la demanda mundial de alimentos.

El presidente provincial de Asaja recuerda que no hay nada más controlado que las explotaciones ganaderas, «nace el animal, se le registra y ya se sabe que está en la granja, se controlan los piensos desde el primer momento por los servicios veterinarios, tanto en las explotaciones como en los propios mataderos, y hasta cuando está la carne en las carnicerías», añade, para aclarar que las normativas europeas son las más restrictivas del mundo. En ese sentido hace una reflexión para preguntar si creemos que es mejor la carne que llega de Argentina, Brasil o Turquía «que se controla mucho menos».

El líder sindical apela, además, al buen criterio de los consumidores para «no dejarse engañar» y añade que para alimentar a la sociedad global hay que tener granjas, y acusa a los colectivos ecologistas de haberse «inventado» el término macrogranja, «que además están funcionando con dinero público y que han hecho de esta historia un medio de vida», argumenta el responsable de la organización de jóvenes agricultores.

A su juicio, considera que todos debemos ser conscientes de que las granjas tienen que existir si queremos alimentar al planeta y eso solo se puede hacer de una manera, «con las granjas en intensivo, con la seguridad además de que están bien controladas». Por otra parte, añade que el día que este sector desaparezca por cosas como las que dice el ministro y venga carne de donde sea, «entonces nos daremos cuenta de la importancia que tenía este sector en nuestro país y en Europa, porque no tendrá nada que ver con la que producíamos aquí y encima aquella es más cara», argumenta. 

Por otra parte, Martínez considera una aberración decir que las vacas contaminan y que por ello haya que disminuir el consumo de carne. «¿Por qué no nos metemos con los vuelos comerciales, que esos sí contaminan, por qué no los reducen a la mitad?, pero no, los ecologistas no se meten con eso, sino con los ganaderos, un sector más débil, al que tenemos más cerca y al que podemos acudir sin que nadie se eche encima», afirma muy enfadado, para recalcar que un vuelo de Madrid a Nueva York «contamina más que mil vacas», por lo que Martínez defiende la viabilidad de los dos modelos ganaderos.