San Juan de los Lagos, uno de los barrios de la capital más abandonado en las últimas décadas en materia de inversiones, sigue avanzando en una transformación que arrancó en 2015 con la mejora de espacios privados de uso público junto a sus edificaciones y que ahora, tras una segunda intervención para reducir de 4 a 2 los carriles de circulación, ve cómo el peatón le recupera terreno al asfalto. Unas actuaciones a las que les seguirá, tal y como se comprometió este lunes el alcalde, Daniel de la Rosa, la urbanización de la calle Rodrigo Sebastián. Es decir, la creación de un nuevo vial junto al antiguo Colegio Mayor Peña Amaya (también abandonado a su suerte), que permitirá conectar el barrio con el polígono docente del Vena y, desde ahí, con la avenida de Cantabria.

El primer edil detalló que ya se barajó la posibilidad de incluir esta intervención en las obras que ayer se inauguraron y que han servido, además de para reducir los carriles de circulación y ampliar la mediana, para acondicionar el aparcamiento y renovar las canalizaciones y el alumbrado. No fue así, según aseguró, por la necesidad de modificar el proyecto para acondicionar la calle Rodrigo Sebastián y ahora la idea se quiere retomar.

De la Rosa no descartó que la contratación del proyecto se pueda efectuar este año gracias a una modificación presupuestaria pero optó por la prudencia y se comprometió a incluirlo en las cuentas de 2021. Las obras vendrán después. «No tendría sentido redactar el proyecto» para guardarlo en un cajón, añadió el concejal de Fomento, Daniel Garabito.

En lo que respecta a las obras de la segunda fase, que han precisado un desembolso de 600.000 euros, el alcalde destacó la rapidez en la ejecución de los trabajos ya que han culminado dos meses antes de lo previsto.

Hasta el lugar también se desplazó el concejal del PP, Jorge Berzosa, quien quiso dejar constancia del trabajo realizado por los populares en los mandatos anteriores y, de forma expresa, agradeció a los vecinos de San Juan de los Lagos que firmaran un primer convenio con el Ayuntamiento para compartir los gastos de la mejora de los espacios privados de uso público. Una fórmula sobre la que el edil defendió su utilidad y que invitó al Ejecutivo socialista a exportar a otros rincones de la ciudad.

El concejal de Fomento recordó que se trabaja en la modificación del PGOU para que sea el Ayuntamiento el que asuma las labores de mantenimiento de los espacios privados de uso público (propiedad de las comunidades de vecinos pero abiertos al paso de todos los ciudadanos). Eso sí, aclaró que solo se hará cargo de la parte más superficial del pavimento (no, por ejemplo, de forjados) y cuando ésta haya agotado su vida útil. En otras palabras, los vecinos de estas zonas deberán de seguir asumiendo una parte importante del coste de los arreglos.

Nuevo campo de fútbol. Las inversiones en el barrio no se quedan ahí ya que recientemente han arrancado también las obras para construir un nuevo campo de fútbol 7 en la parcela que se utilizaba tradicionalmente para la instalación del circo en las fiestas de los Sampedros.

Las máquinas trabajan ya sobre el terreno, de la misma manera que varios operarios actúan también en el acondicionamiento de las pistas de tenis de Río Vena. 

El Ayuntamiento capitalino realizará un desembolso para los dos intervenciones de unos 300.000 euros. La previsión es que la totalidad de las nuevas dotaciones deportivas están terminadas en los primeros meses del próximo año. Un nuevo paso para corregir el abandono del barrio.