Salmonella y Norovirus, los brotes en Burgos desde 2016

Angélica González
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En lo que va de 2019 la Junta ha investigado otros cuatro, de carácter leve, producidos en un restaurante, un hotel y dos albergues

Hay que manipular los alimentos respetando las normas básicas de higiene - Foto: Luis López Araico

En el momento en el que hay dos personas afectadas por el consumo de un mismo alimento en malas condiciones la Junta de Castilla y León considera que se ha producido un brote de intoxicación y comienza a investigar qué ha podido pasar. No se hace de la misma manera, explica el jefe del servicio territorial de Sanidad, José Antonio Miranda, si se produce en un establecimiento público que en un hogar particular: «Si entendemos que la causa está en un alimento elaborado en una casa, lo dejamos así. En cambio, si es por un producto que han comprado en un establecimiento y, por supuesto, si lo han ingerido en un restaurante sí que entramos a investigar y a determinar qué es lo que ha pasado». En esta tesitura se han encontrado en varias ocasiones en los últimos años. Entre 2016 y lo que va de 2019, la Junta ha investigado un total de 21 brotes de intoxicación alimentaria producidos por diferentes causas.

Los cuatro que se han producido desde enero de este año han sido calificados de leves por Miranda. Uno de ellos tuvo lugar en un restaurante y afectó a cuatro personas a causa de un norovirus; otros dos tuvieron su origen en sendos albergues y un cuarto, en un hotel en el que desayunaron varias personas que estaban haciendo el Camino de Santiago y cuyos síntomas se presentaron en la provincia de León. A todas las afectó de forma leve.

«En el caso del primer albergue no hubo síntomas muy importantes, fueron muy livianos y de hecho, no llegamos a saber qué pudo pasar. Nos dijeron que quizás podría haber sido producido por el agua pero no era posible porque consumieron la de la red. Hubo 25 afectados y como eran niños lo estudiamos pero entendemos que no fue absolutamente nada, pero los monitores se preocuparon al ver a varios de ellos vomitando y los llevaron al centro de salud». En el segundo, que afecto a 8 jóvenes de un grupo originario de Palencia, la Junta analizó unos bocadillos de lomo con pimientos, que fue el producto que los afectados señalaron como el causante, pero, según el jefe de Sanidad, tampoco se constató nada anormal.

En el año 2018 se contabilizaron cuatro brotes con 188 afectados. Dos de ellos se produjeron por norovirus, un tercero por salmonella en un hogar particular y el cuarto, del que no se llegó a saber la causa, fue en un albergue y afectó a 23 personas.  El 2017 fue el año en el que se registraron más brotes y de mayor gravedad: concretamente fueron 7 con 209 afectados, 15 de los cuales necesitaron hospitalización. Tres de ellos se produjeron en entornos familiares y la causa fue la salmonella, que también fue el origen en otros dos que tuvieron lugar en sendos bares. El sexto y el séptimo, que fueron por norovirus, se produjeron en una residencia y en el cáterin de una celebración que tuvo lugar en una localidad de la provincia, respectivamente. Este último fue el que afectó a un número mayor de personas, concretamente a 150. En el año 2016, finalmente, fueron seis los brotes y 101 las personas afectadas.

Así pues, el norovirus y la salmonella han sido los protagonistas de los brotes de infecciones alimentarias detectadas por la Administración en los últimos cuatro años en la provincia de Burgos. En este sentido, José Antonio Miranda explicó que ninguno fue por causa de la listeria, bacteria que ha provocado un enorme  y gravísimo brote del que aún hay secuelas en varias provincias, ya que no se registraron dos personas afectadas por el mismo alimento. No obstante, sí que se han encontraron casos individuales de listerioris en la provincia de Burgos: 3 en 2015, 7 en 2016, 3 en 2017 y 3 en 2018.

El norovirus es uno de los principales virus asociados con enfermedades de transmisión alimentaria y una de las principales causas de la gastroenteritis. La infección que produce se caracteriza por diarrea acompañada de náuseas, vómitos y dolor abdominal. Los casos suelen aparecer tras la exposición al agua o a alimentos contaminados y los contactos posteriores de persona a persona son los que propagan la infección. Los alimentos pueden resultar contaminados directamente desde su origen (son frecuentes en moluscos y  verduras) o por manipuladores de alimentos que se hayan infectado.

(Artículo completo en la edición de hoy)