José Manuel Pérez Ovejas

Plaza Mayor

José Manuel Pérez Ovejas


Uvas y vino

05/10/2021

Ha comenzado la vendimia en la Ribera del Duero, aunque de momento lo hace de forma algo tímida. En este año, un tanto anormal desde el punto de vista meteorológico, las maduraciones han ido más lentas, acumulando un cierto retraso con respecto a la pasada cosecha. Tenemos por delante unas dos semanas de intensa actividad. También miramos al cielo y a las aplicaciones de nuestros móviles para ver las previsiones de los próximos días. La temida lluvia en esta época no es la mejor ‘compañera’ por la influencia negativa en la calidad de la uva que puede conllevar.

Veremos en estos días nuestras carreteras comarcales con un tráfico muy intenso de tractores con remolques que transportan la uva a las más de 300 bodegas inscritas. Los más de 8.000 viticultores de toda la Denominación de Origen se afanan por recoger el fruto de las 24.000 hectáreas registradas en el Consejo Regulador. No hay tregua. El tiempo es oro y cuando los enólogos tomamos, en base a criterios técnicos, la decisión sobre la fecha de inicio ya no hay descanso. Previamente, se han llevado a cabo los controles en el viñedo para verificar los índices de maduración. La misma uva de un viñedo en concreto, vendimiada una semana antes o una semana después, los vinos resultantes serían muy diferentes. Una equivocación en este punto tendría consecuencias desastrosas. Por este motivo, cada elaborador sabe el estilo, perfil e identidad que quiere imprimir a sus vinos.

A la fecha de publicación de este artículo es aún muy pronto para hacer un pronóstico sobre la calidad final que obtendremos en la DO. Podemos ser optimistas, pero desde la moderación y la prudencia. La situación puede cambiar de la noche a la mañana si la climatología deja de ser nuestra aliada. Y será muy determinante, como siempre, la producción por hectárea, que marcará el nivel de esta añada. La cantidad y la calidad nunca fueron compatibles.