A Galicia con toda la ambición

J.A.D.C.
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El Blasgón y BodegasCeres se mide esta tarde en Pontevedra a Teucro (20.30h.) en un duelo de aspirantes al ascenso a Asobal

La defensa ante ataque posicional se ha mostrado como uno de los valores seguros del equipo en este arranque liguero. - Foto: Julio Calvo

Segunda jornada de liga en División de Honor Plata y nuevo reto «exigente» para el Blasgón y Bodegas Ceres. El conjunto que dirige el técnico asturiano Alberto Suárez se enfrenta esta tarde en el Pabellón Municipal de Deportes de Pontevedra a la SD Teucro (20.30h.), en un encuentro que, de ganar, bien podría instalar al club arandino en la zona alta de la clasificación.

Salida, no obstante, complicada para los gladiadores ribereños. La entidad gallega no deja de ser un equipo recién descendido de Asobal y, debido a esa circunstancia, los azulones tratarán, con una victoria ante su público, de devolver a éstos cierto halo de la ilusión perdida tras abandonar el equipo la máxima categoría del balonmano español a finales del curso pasado.

En favor del Blasgón y Ceres queda, sin embargo, la notoria remodelación que los pontevedreses han tenido que hacer en su plantilla para afrontar la nueva temporada. Un cambio de piezas que necesitará aún de tiempo para coordinarse y dar su mejor versión, pero que ya supo sumar de dos en Málaga en la primera jornada liguera estableciendo un resultado «contra pronóstico», para Alberto Suárez debido a «las buenas incorporaciones» de los andaluces en el mercado veraniego.

 

CLAVES. Para poder repetir ese mismo escenario (el del triunfo a domicilio), y a pesar de lo «complicado de la salida», el técnico ribereño asegura que su equipo irá a Galicia con «mucha confianza»; también «con mucha rabia» por el punto perdido frente Torrelavega hace siete días. Un partido del que Suárez asume ya se han «recuperado» y «aprendido», y tras el que sus pupilos buscarán, en tierras gallegas, demostrar el «gran momento» por el que atraviesan.

Lograrlo dependerá, sin lugar a dudas, de que los amarillos acierten a clonar sobre la pista en Pontevedra los «cuarenta minutos impropios de un inicio de liga» que ya sorprendieran en la jornada inaugural tanto al propio Suárez como al resto de la afición ribereña. Una tarea complicada, y que deberá realizarse tratando de contrarrestar uno de los puntos que más penalizó al equipo en su estreno liguero: «la precipitación en ataque en situaciones de tensión».