El proyecto comercial más potente de la ciudad saldrá adelante. El operador sevillano Bogaris ha firmado los primeros contratos relacionados con el desarrollo del parque de Villalonquéjar que hace una década comenzó a promover la familia Leal y que ocupará una superfie de 73.000 metros cuadrados. Esas rúbricas vienen a ratificar lo que el operador transmitió al Consorcio del polígono a finales de julio, cuando se produjeron encuentros tanto en Burgos como en Sevilla para afianzar la marcha de todos los trámites. Va lento, pero va.

La operación, cifrada en más de 30 millones de euros de inversión (una tercera parte para adquirir el suelo al Consorcio del que responde el Ayuntamiento) vendría a paliar la inexistencia de un parque de medianas superficies en la capital burgalesa, algo impropio de una capital de 175.000 habitantes. Un caso «único en España», según afirman varios promotores inmersos en tratar de tomar la delantera en esa carrera.

Lo cierto es que Bogaris anunció a bombo y platillo que abriría puertas a comienzos de 2019. Eso, como es obvio, no ha sucedido. Pidió una prórroga para hacer efectiva la compra del suelo, pero el plazo expiró en abril. Se concedió una nueva moratoria que finaliza dentro de 40 días, pero en el Consorcio saben que es muy probable que la venta no se firme hasta 2020. Esperarán.

El retraso no obedece a causas que preocupen a la propiedad. El Consorcio considera a Bogaris uno de los socios más solventes que se pueden encontrar para levantar el mayor parque comercial de la ciudad. Pero para que eso sea posible es necesario cerrar y garantizar los acuerdos con los operadores ‘ancla’, esos que son capaces de atraer a miles de clientes y crear sinergias con sus vecinos.

El proyecto de Bogaris llegó a estar en el alambre cuando uno de sus objetivos prioritarios, Leroy Merlin, rechazó sumarse al parque. El gigante del bricolaje es el buque insignia del Grupo Adeo, también propietario de Bricomart, instalado en Villalonquéjar desde finales del año pasado, y estuvo esperando otros posibles desarrollos de suelo comercial en la capital (la antigua Automoba o el entorno de Carrefour, por ejemplo), pero en todos los casos se ha demostrado que el único espacio que cuenta con la tramitación urbanística y comercial cumplimentada es Villalonquéjar IV.

El acuerdo con Leroy Merlin está ahora muy próximo, pero es que además hay otros operadores de referencia que han contratado su futura implantación en Burgos. Uno de ellos es Conforama. La mutinacional del mueble y equipamiento del hogar, de las mayores del mundo, lleva dos años inmersa en un proceso de expansión en la península ibérica que le ha situado con medio centenar de puntos de venta propios abiertos. No está en Burgos y ya ha decidido que se ubicará en Villalonquéjar.

Otra firma con la que el acuerdo se da por hecho es Media Markt. En este caso, la multinacional alemana sería el operador único de productos informáticos, electrodomésticos y nuevas tecnologías. Al igual que sucede con Conforama, Burgos es la única capital de referencia en el Norte de España en la que aún no tienen sede propia (Está en País Vasco, Cantabria, Valladolid, Salamanca...).

Menos claro está que Decathlon se sume finalmente al proyecto. La firma francesa del deporte es el socio de referencia de Bogaris en el parque comercial que los andaluces acaban de comenzar a construir en León. Además, El Corte Inglés ha amagado varias veces con ‘reordenar’ todo Parque Burgos, donde está ubicado en la actualidad en un espacio que podría ser insuficiente para las aspiraciones de la marca. Es el socio ‘deportivo’ que todos los promotores quieren en su parque, pero de momento no hay acuerdo cerrado para el caso de Villalonquéjar, si bien las conversaciones siguen abiertas.

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