El mercadillo de Aranda de Duero no se moverá de sitio y seguirá celebrándose en el entorno de la plaza de la Hispanidad y la glorieta Rosales, donde se ha desarrollado durante los últimos años. Finalmente el Ayuntamiento de Aranda de Duero ha descartado desplazar el tradicional mercado a los alrededores del centro Tomás Pascual Sanz y de la calle Isabel I de Castilla, como había contemplado debido a las nuevas exigencias que marca la crisis sanitaria generada por el coronavirus. 

Era la propia alcaldesa de la capital ribereña, Raquel González, la que durante el acto de clausura del hospital de campaña de la villa anunciaba la intención de llevar el mercadillo a un nuevo emplazamiento. La regidora apuntó que se trataba de una medida todavía en estudio y no definitiva y que de llevarse a cabo permitiría la colocación de los puestos en un espacio mucho más amplio que el actual, lo que facilitaría mantener las distancias sociales.

La intención de llevar el mercado a la zona del centro Tomás Pascual Sanz fue criticada por algunos sectores que acusaban al Ayuntamiento de alejar cada vez más los puestos del centro de la ciudad, ya que el área propuesta se encuentra al final de la zona residencial de Allendeduero mientras la actual está al inicio de dicho barrio. Sin embargo, esa permuta también tendría puntos positivos, permitiría colocar más puestos al tratarse de un espacio más abierto. Ahora, en la plaza de la Hispanidad y la glorieta Rosales, el mercadillo tendrá que abrir con una reducción del 75% para evitar las aglomeraciones que antes se daban cada sábado. Según apunta la concejala de Hacienda, Elia Salinero, la normativa estatal fija una limitación del 25% en los mercados, dando prioridad a los puestos dedicados a la alimentación.