La ITV de Villalonquéjar recupera la normalidad

F.L.D.
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La lista de espera es de menos de una semana tras superar las tres a principios del verano. Solo la de Aranda de Duero tiene pequeños retrasos

La ITV de Villalonquéjar se normaliza - Foto: Valdivielso

Aquellos que vayan a empezar sus vacaciones próximamente y hayan elegido un destino al que pretenden llegar por carretera pueden respirar tranquilos si tenían la tarea pendiente de pasar la Inspección Técnica delVehículo. Desde luego, no van a tener los problemas que los que decidieron hacerlo a principios del mes de julio. Por aquel entonces, la estación de Villalonquéjar estaba prácticamente colapsada, con 20 días de retraso para poder acordar cita previa. La mejor opción era marcharse a las de localidades vecinas como Belorado o Briviesca para poder cumplir con el trámite. Actualmente, el problema parece resuelto. 

Si el propietario de un turismo quiere pasar la ITV en la capital solo tiene que esperar tres días, según muestra la página web de la red Itevelesa, concesionaria de la planta de Villalonquéjar. Un plazo muy razonable teniendo en cuenta que el verano comenzó con una lista de espera de más de tres semanas. No obstante, por si alguien tuviera algún tipo de urgencia sigue existiendo la posibilidad de acercarse a algún municipio cercano como Belorado o Briviesca, donde casi no hace falta ni reservar plaza. Tampoco en Miranda de Ebro, con niveles de saturación similares a los de Burgos. 

Más problemas hay tanto en Aranda de Duero como, sobre todo, en Salas de los Infantes. En la capital ribereña la demora se alarga unos 15 días, ya que es imposible concertar cita hasta el próximo 19 de agosto. En la comarca de Pinares, donde solo abren cada dos semanas, ya no hay fechas libres hasta septiembre. 

La razón de la saturación en estas dos estaciones está en la población veraniega. No en vano, los pueblos de estas dos zonas de la provincia ven cómo se triplica el número de habitantes, especialmente en agosto. Esto hace que muchos usuarios aprovechen la coyuntura para pasar la ITV. También someten a revisión a otro tipo de vehículos como quads o motocicletas que suelen tener parados el resto del año. 

Esta fue, precisamente, una de las razones por las que las que muchas plantas incrementaron su trabajo al inicio del verano. Estos son los meses en los que más matriculaciones se acumulan y, por ende, cuando caducan más inspecciones. Esta circunstancia, unida a la urgencia de los previsores, derivó en la mencionada situación de colapso de Villalonquéjar, que a su vez afectó a sus vecinas. 

Desde las diferentes redes concesionarias de ITV se apresuraron a aclarar que este tipo de situaciones son bastante habituales en verano, pero es evidente que las restricciones por la pandemia han incidido en esos retrasos a la hora de concertar citas. Por suerte, han conseguido solventar los problemas y ponerse al día en menos de un mes. 

También parecen haber dejado atrás los retrasos acumulados a lo largo del pasado año, cuando el confinamiento dejó paralizadas decenas de miles de inspecciones.  Durante meses se agolparon los usuarios que no habían podido poner a punto su vehículo como dicta la normativa. Fue fundamental que el Gobierno pusiera en marcha una orden ministerial en la que concedió una moratoria de 30 días naturales a contar a partir del final del confinamiento para todos aquellos conductores con la etiqueta caducada durante ese periodo, más otros 15 adicionales por cada semana transcurrida desde el 15 de marzo. Eso no evitó que los centros terminasen colapsados, aunque el problema se solucionó a final de año.