Regreso al trabajo para el Tubos Aranda Villa de Aranda tras las vacaciones de Navidad y vuelta a los entrenamientos marcada por las bajas. Concretamente siete. Las correspondientes a Cadelo, Palop, Miralles, Golabi, Lashchakou, Banduka y Javi Domingo.
Y es que, unos bien por positivo en COVID (hasta cuatro según el club, aunque desde el mismo no se han querido concretar tampoco más detalles), otros por permiso especial (casos de los jugadores extranjeros al tener libre hasta el próximo día 3 de enero al no haber podido cambiar las fechas originales de sus vuelos), el caso es que el destino ha querido que la primera sesión de trabajo del equipo ribereño a las órdenes de Mariano Ortega se haya producido con tan sólo once efectivos sobre la pista (contando entre ellos además al tercer portero, Adrián Hernando, y a varios canteranos).
Un condicionante especial que no ha pasado inadvertido para los presentes al estreno del catalán como entrenador amarillo (esta tarde en el pabellón de Los Nogales de Roa), pero que no ha mermado tampoco un ápice las ganas de empezar a trabajar de éste a su desembarco en tierras ribereñas. Así al menos lo reconocía el propio Ortega a DB momentos antes del mismo a su llegada al Príncipe de Asturias para someterse a un test de antígenos y haciendo especial hincapié en que, aunque la situación de coger a un equipo a mitad de temporada «está claro que es algo nuevo para mí», no deja de ser también «una experiencia».
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