Del proyecto al hecho hay un trecho

H.J.
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La Ciudad del AVE y el tranvía suenan hoy utópicos mientras los proyectos residenciales en el entorno de las vías buscan su viabilidad

Del proyecto al hecho hay un trecho - Foto: Valdivielso / Carlos García

Christine Biswanger, socia del estudio Herzog&DeMeuron, fue muy clara cuando este periódico la entrevistó en su cuartel general de Basilea, en el año 2005. Suena incluso a visionaria si se repasan con detenimiento sus palabras: "Será el mercado el que determine los ritmos del cambio", decía entonces para apaciguar las expectativas de una ciudad en la que casi todo estaba por hacer pero que contemplaba una explosión de obra pública sin precedentes. El nuevo Hospital Universitario, la circunvalación, el Complejo de Caballería, el aeropuerto y el propio desvío del ferrocarril, que no se estrenó hasta diciembre de 2008. Tantas cosas había en marcha que todos exigíamos saber para cuándo estarían terminadas y ella advertía: "La respuesta a esta pregunta la dará el mercado. Nadie construye sin esperar que haya gente que lo puede comprar. No importa que vayamos a tardar 5, 8 o 10 años en la transformación, porque si comparamos estos tiempos con la vida de una ciudad no son nada".

Biswanger clavó sus previsiones en cuanto a que parte central de la nueva avenida y la vieja estación serían los primeros focos de desarrollo, pero no tanto en sus esperanzas de que la bautizada por ellos como ‘Ciudad del AVE’ funcionase como un segundo centro de atracción. Quizás porque en España el ferrocarril convencional se ha abandonado, o porque la concatenación de retrasos en la llegada de la alta velocidad provoca que ningún burgalés se lo crea demasiado, lo cierto es que aquella nueva ciudad sigue siendo un páramo desolado.

No se han ejecutado ni la hilera de torres de viviendas previstas ni los equipamientos que podían haber rodeado la terminal Rosa de Lima Manzano. Aunque ahora parezca un disparate a la vista de las inversiones realizadas recientemente, Herzog&DeMeuron apostaban por trasladar allí tanto el campo de fútbol como la plaza de toros (ahora Coliseum), pues las consideraban  dos infraestructuras de uso esporádico que ocupaban demasiado espacio público en un lugar céntrico.

Tampoco llegó a cuajar el empeño de los arquitectos por implantar un tranvía a lo largo del antiguo trazado ferroviario. Una delegación burgalesa que incluía a tres alcaldes (Aparicio, Olivares y Peña) viajó hasta la localidad francesa de Clermont-Ferrand para conocer el ‘Translohr’, una especie de tranvía ligero más económico, pero los 120 millones de euros de inversión en los que se calculaba acabó asustando al Ayuntamiento.

De entre las transformaciones colaterales que se esperaban sigue sin cuajar el traslado de la central de Correos situada junto a la vieja estación, así que el gran almacén postal que afea uno de los laterales de la terminal prosigue en el mismo lugar a la espera de concretar el ansiado traslado a unos locales en el barrio de San Pedro y San Felices.

No están vendidas, ni mucho menos, todas las parcelas que el Consorcio del Desvío recibió del Ministerio de Fomento cuando se desafectaron de uso ferroviario, pero en los últimos tiempos el desarrollo de la antigua estación ha dado un enorme impulso con alrededor de 500 viviendas ya construidas, en marcha o pendientes de rematar su fase de proyecto.  

Faltan, eso sí, los más importantes iconos que serían los edificios de hasta 18 alturas, tanto en la llamada Torre Panorama (que está teniendo problemas para cumplir con los plazos de pago establecidos por el Consorcio y ya ha solicitado varias prórrogas, la última de las cuales está vencida) como en los dos bloques emblemáticos que diseñaron Herzog y De Meuron, aunque finalmente y para abaratarlos su ejecución se liberó de las exigencias de los ganadores de todo un Premio Pritzker, el Nobel de arquitectura. La comercialización de este ambicioso proyecto, que desarrolla la sociedad Habitable Investment Properties, se anuncia desde hace tiempo y en su página web aseguran tener vendido el 90% de la primera torre y el 25% de la segunda. De momento siguen tramitando los permisos municipales.