Una media de 266 nuevos casos de cáncer de mama se han registrado en la provincia desde 2012 hasta ahora, según datos del observatorio de la AECC. La incidencia se ha estabilizado en estos últimos siete años y medio (entre 262 y 271 nuevos diagnósticos) y lo ha convertido en el tercero más frecuente, por detrás del colorrectal (353 diagnósticos) y del de próstata (302 nuevos pacientes). Ahora, el objetivo de la Asociación Española Contra el Cáncer es «presionar» al Gobierno para que cree un programa estable de investigación en esta enfermedad, tan frecuente, para poder aumentar las tasas de supervivencia a cinco años. En el de pecho ya supera al 90%; es decir, nueve de cada diez personas viven un lustro después de haber empezado el tratamiento. 

El pilar de la AECC es ser referente para las personas con tumores y su entorno, dado que cuando la enfermedad aparece, repercute en toda la familia. Pero hace décadas que insiste en la importancia de la investigación, por lo que creó una fundación científica para que aglutinara el trabajo en este otro sentido y hoy es, según la asociación, «la entidad social y privada que más fondos destina a investigar el cáncer. Solo en 2018 concedió ayudas por valor de 21 millones, de los cuales 135.000 euros se aportaron desde la junta provincial de Burgos. Y a esta cantidad hay que añadir otros 20.000 euros que la delegación burgalesa invirtió en un proyecto de la investigadora de la Universidad de Navarra Sandra Hervás, que pretende modificar el sistema inmune del paciente mediante modificaciones genéticas (Nuevas estrategias para mejorar la eficacia de las células CART T para el tratamiento de tumores sólidos). «La investigación es la clave de la curación», dijo el presidente de la junta provincial, Enrique Plaza, recordando que Hervás estará el miércoles en Burgos, en el encuentro regional de afectados, presentando el proyecto.